Santiago de Chile, 22 sep (EFE).- La carrera presidencial arrancó este miércoles en Chile con un distendido debate televisivo que enfrentó a cinco de los siete candidatos, pero que tuvo dos protagonistas: Gabriel Boric (izquierda) y Sebastián Sichel (derecha), dos jóvenes con aires de renovación política, según expertos consultados por Efe.
Ambos, junto a la demócratacristiana y tercera en la mayoría de las encuestas Yasna Provoste, trataron de disputarse el centro y seducir a los indecisos, que según sondeos son el 50 % a tan solo dos meses de los comicios del 21 de noviembre, en una discusión que brilló por la moderación en los discursos, incluido el del ultradrechista José Antonio Kast.
En el debate también participó Eduardo Artés, representante de una izquierda más radical, y quedaron fuera el progresista Marco Enríquez-Ominami, por estar en cuarentena tras una viaje, y Franco Parisi, un polémico economista liberal que reside en Estados Unidos.
"Espero ser un presidente que termine con menos poder que con el que empezó, que haya sido capaz de distribuirlo entre regiones", afirmó el exlíder estudiantil Gabriel Boric (35 años).
Su formación, el Frente Amplio, irrumpió en 2017 como una izquierda renovada y se presenta a estas presidenciales de la mano del Partido Comunista.
En tanto, Sebastián Sichel (44 años), la carta de la coalición de derecha tradicional (Chile Podemos Más), enfatizó su discurso reformista y se definió a sí mismo como un candidato "de centro e independiente".
"Chile necesita un presidente para todos donde haya una nueva Constitución que sirva para resolver los problemas del futuro", alegó Sichel, quien fue ministro del presidente actual, el conservador Sebastián Piñera.
El vencedor de los comicios reemplazará a Piñera y tomará el mando en marzo de 2022 para encauzar un país que vivió en 2019 una de sus mayores crisis sociales e implementar, en caso de aprobarse, la nueva Constitución.
RECUPERACIÓN POSTPANDEMIA Y PENSIONES
Uno de los temas clave, sobre el que faltaron propuestas concretas, fue la recuperación económica tras la pandemia, un debate candente en el país, donde la inflación ha llegado al 4,7 % en doce meses y ha llevado al Banco Central a tomar medidas inéditas en 23 años.
Una de las causas según los economistas son los retiros anticipados de los fondos privados de pensiones, una medida que el país discute por cuarta vez desde el inicio de la crisis sanitaria y que divide profundamente al país.
Mientras que Boric rectificó y decidió ponerse a favor, solo los dos derechistas están en contra.
"Tenemos que preocuparnos de cómo llenar los fondos de pensiones no de cómo vaciarlos", aquejó Sichel.
La mayor parte de los candidatos propuso reformar o refundar el sistema de actual de pensiones, otro de los grandes temas, criticado por las irrisorias jubilaciones que ofrece y por ser pionero en la capitalización individual y diseñado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El debate en materia de derechos civiles se centró en el aborto libre, que actualmente se discute en el Parlamento: todos, excepto Sichel y Kast, se mostraron a favor, incluida Provoste, quien se desmarcó una vez más de su partido.
REFORZANDO EL CAMBIO GENERACIONAL
Para la politóloga de la Universidad de Chile Claudia Heiss, el debate "confirmó a Boric y Sichel como los candidatos que llevan la delantera", aunque también reforzó a la ultraderecha de Kast, que se mostró como "una alternativa fuerte para el ala más conservadora".
En la misma línea, Mauricio Morales, politólogo de la Universidad de Talca, agregó a Efe que el debate refleja "el ánimo de la ciudadanía de jubilar a la élite que gobernó los últimos 30 años", algo que ya se vio en las primarias donde Boric y Sichel dejaron atrás a pesos pesados de la política.
"En Chile existe una tensión muy grande ahora mismo entre los candidatos viejos y los nuevos", expresó.
Las encuestas, muy denostadas por la ciudadanía, confirman a Boric y Sichel como favoritos, aunque con una baja preferencia, del 13 % y el 11 %, respectivamente, según el Centro de Estudios Públicos (CEP).
En el caso de que ningún contendiente logre más de la mitad de los votos, se celebrará una segunda vuelta el próximo 19 de diciembre.
Con el debate, que se extendió durante la madrugada del jueves, se dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral, que durante el día se materializó con banderazos, concentraciones y anuncios en radio, televisión y redes sociales.
Patricia Nieto Mariño