San Salvador, 24 mar (EFE).- Los salvadoreños conmemoraron este miércoles el 41 aniversario del magnicidio de san Óscar Arnulfo Romero con actos populares y religiosos, conmemoración que se ve marcada nuevamente por la falta de avances en la causa penal contra los autores materiales e intelectuales del crimen.
Decenas de "romeristas", como se conocen a los feligreses que siguen los mensajes del arzobispo, caminaron por distintas calles de la capital ataviados con camisas con su imagen y portando pancartas.
La Iglesia católica dedicó misas en diversos templos del país a la memoria del santo, conocido como "la voz de los sin voz" por su labor de defensa de los derechos humanos.
Reina de Rivas, quien visitó la tumba de Romero en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador, dijo a Efe que es importante recordar el legado del religioso porque "es un referente de la justicia, del amor".
"Es un referente de lo que todos los seres humanos estamos llamados a ser, a defender al marginado, al pobre, al que no tiene quien hablé por él", sostuvo.
En el contexto de la pandemia, que impidió en 2020 las tradicionales actividades de conmemoración y las trasladó a las redes sociales, recordó que el mensaje de Romero era de "esperanza", además de denunciar los "pecados estructurales".
HOMENAJE EN CAPILLA
El canciller del Arzobispado de San Salvador, Rafael Urrutia, presidió la misa en la capilla en la que Romero fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980 para cambiar su nombre.
La capilla del hospital para enfermos de cáncer Divina Providencia, en San Salvador, se llama desde hoy "Capilla Martirial San Óscar Arnulfo Romero, Obispo y Mártir".
"Con su testimonio nos ha enseñado que la Iglesia defiende al pueblo y así nadie dudará de la fidelidad de la Iglesia", dijo Urrutia en su homilía.
Dijo que recuerda y extraña a Romero sobre todo en momentos en los que "se experimenta la soledad y parece que en medio del desierto no se encuentra el camino".
"Gracias monseñor por ser san Óscar Arnulfo Romero, una luz", concluyó el religioso.
PROCESO PENAL ESTANCADO
Los abogados querellantes en la causa penal por el asesinato de Romero denunciaron el lunes que el proceso penal presenta obstáculos que no permiten avanzar.
El Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador dictó en mayo de 2017 la reapertura de la causa por el homicidio de monseñor Romero y en octubre de 2018 ordenó a la Fiscalía General de la República (FGR) realizar una nueva investigación.
"Dentro de los principales obstáculos en el avance de la justicia se mantiene la pasividad de la Fiscalía en el procesamiento de los demás involucrados y la negativa del Estado a brindar información de archivos sobre el conflicto armado (1980-1992)", señalaron los abogados de la organización Tutela Legal "María Julia Hernández" en un comunicado.
El Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas de 1993 señaló como el responsable de dar la orden de asesinar a Romero al mayor Roberto D'Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido del que fue diputado y candidato presidencial.
También apunta que en la planificación y ejecución del asesinato participaron Álvaro Saravia, único imputado en el actual proceso y con orden de captura; el capitán Eduardo Ávila, así como Fernando Sagrera y Mario Molina.
La anulación de una ley de amnistía de 1993 por un fallo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de 2016 permitió la reapertura de este caso y de los procesos por la masacre de unos 1.000 campesinos en El Mozote (1981) y de seis sacerdotes jesuitas (1989).
Romero fue canonizado en Roma el 14 de octubre de 2018 ante miles de personas, después de que el papa Francisco firmara meses antes un decreto que reconoce el milagro atribuido al religioso.