Los vehículos todo terreno y las motos de cross han vuelto a las calles de Columbus, generando preocupación entre los residentes y trabajadores del centro de la ciudad. El ruido perturbador y las actividades nocturnas han causado molestias, afectando tanto a negocios locales como a la calidad de vida de quienes residen en la zona.
Partes de High Street se han convertido en puntos de reunión para estos vehículos, donde el ruido y la actividad imprudente son frecuentes. Zach Sinclair, residente y trabajador local, describió la escena como una molestia constante que interfiere con las actividades diarias y el bienestar de la comunidad.
Columbus ha tomado medidas enérgicas contra esta actividad, aumentando las multas y promoviendo una aplicación más estricta de la ley. El fiscal de la ciudad, Zach Klein, advierte que no habrá acuerdos de culpabilidad y se confiscarán los vehículos como medida de disuasión. Además de ser una molestia, Klein destaca la preocupación por la seguridad pública, enfatizando los riesgos asociados con la conducción imprudente de estos vehículos en áreas urbanas densamente pobladas.