Ohio State Buckeyes se perfila nuevamente como un contendiente al campeonato nacional, con un plantel fortalecido por la continuidad de jugadores clave y la incorporación de talentos destacados a través del portal de transferencias. TreVeyon Henderson y el transferido de Ole Miss, Quinshon Judkins, formarán uno de los tándems de corredores más temidos en el fútbol universitario, mientras que el mariscal de campo Will Howard, proveniente de Kansas State, será el encargado de liderar la ofensiva bajo la dirección del entrenador Ryan Day y el nuevo coordinador ofensivo, Chip Kelly.
El respaldo financiero de NIL ha sido fundamental para mantener a los titulares y atraer nuevos talentos, lo que ha llevado a los Buckeyes al segundo puesto en la encuesta de pretemporada de AP. Emeka Egbuka, quien ha estado a la sombra de Marvin Harrison Jr., está listo para brillar como receptor principal, a pesar de la lesión que lo afectó la temporada pasada. Además, la defensa de Ohio State, que fue la segunda mejor en puntuación el año pasado, se ha fortalecido con el regreso de siete titulares y la llegada del safety Caleb Downs, transferido desde Alabama.
El desafío más grande para Ohio State será romper la racha de derrotas ante su archirrival Michigan, que ha ganado los últimos tres enfrentamientos. La rivalidad, que es una de las más intensas en el deporte, será clave en las aspiraciones de los Buckeyes esta temporada. La incorporación de nuevos equipos al Big Ten, como USC y Oregon, también añade un nivel de complejidad al calendario de Ohio State, que debutará el 31 de agosto contra Akron.
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