COLUMBUS, Ohio — Si usted ha cometido una infracción de tránsito bajo la influencia de alcohol y/o drogas, y ha recibido un DUI, tiene dos opciones: ir detenido a una cárcel, o participar en el programa de 72 horas para ayudarle con el tratamiento obligatorio que exige la corte en estos casos.
DUI es la abreviación en inglés de “Driver Under Influence”, es decir, manejar bajo la influencia. También se conoce como OVI que significa operar un vehículo bajo influencia.
Cuando un oficial detiene un vehículo operado por una persona que ha consumido bebidas alcohólicas o una droga alucinógena, ese conductor debe someterse a las pruebas que ordena la ley en el estado de Ohio.
Con un nivel de alcohol en 0.08 o más alto, enfrentará sanciones como la pérdida de su libertad, suspensión del permiso para conducir y se debe presentar ante los tribunales donde recibirá como penalidad un DUI que permanecerá en su historial por 20 años, además de afectar su récord migratorio.
El implicado debe pagar la multa que impone la corte, una tarifa por la licencia de conducir cuando la restablezca y los costos del abogado que le represente.
La sentencia que dicta el juez es de tres días en la cárcel o recibir el Programa de Intervención del Conductor de 72 horas (DIP’s, por sus siglas en inglés) aprobado por los tribunales de Ohio, el cual se enfoca en sesiones para el tratamiento de drogas y/o alcohol, disponible en español para los sancionados que no hablan inglés.
Este programa –con costo para el infractor– inicia el jueves a las 6 p.m., termina el domingo a las 3 p.m. y se realiza en un hotel de la ciudad de Columbus, donde siempre estarán acompañados por un miembro del DIP.
Durante este tiempo los asistentes reciben 12 clases que definen las consecuencias de manejar después de haber bebido o consumido alguna sustancia ilegal.
El DIP de 72 horas tiene una junta directiva conformada por médicos, abogados y profesores. El director del programa y consejero es el psicólogo Héctor Cortés, quien habló con La Mega Nota.
Las clases son impartidas por un abogado, un representante de alcohólicos anónimos y los dos consejeros. “La confidencialidad es una norma del programa. Con estos miembros el programa cumple el objetivo de educar a los conductores latinos de los perjuicios que produce el alcohol y las drogas ilegales no solo en su organismo, sino en su aspecto físico, emocional, familiar y laboral, porque se debe tener en cuenta que este no es un problema solo para el consumidor sino para su familia”, afirma Cortés.
Si usted debe tomar este programa ordenado por la corte llame al (614) 797-3427, contácteles a través de WhatsApp (614) 519-2625 o visite: https://bit.ly/3VBF3we.