“Las mujeres con riesgo promedio de cáncer de seno deben empezar a realizarse su mamografía a los 50 años y de ahí en adelante cada dos años hasta cumplir los 75 [pero] si está en alto riesgo tras el resultado anormal de los genes BCRA1 o BCRA2 en alguien de su familia, entonces debe coordinar con su proveedor de salud para determinar las recomendaciones [individuales específicas] adecuadas para usted”, así lo advierte la Dra. Lisa Richardson, directora de la División de Prevención y Control del Cáncer de los CDC en un video colgado en el sitio web de esta institución.
Pero en mayo de 2023, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés), actualizó el borrador de sus guías sobre la edad para iniciar las pruebas de detección temprana.
Este nuevo documento, “en particular, redujo –de 50 a 40 años– la edad en que las mujeres deben comenzar sus exámenes para detectar el cáncer de seno”, destaca la Breast Cancer Research Foundation en su sitio web, asegurando que “las directrices están ahora más alineadas con las recomendaciones de otros grupos [pues] la mayoría de las otras organizaciones sugieren que las mujeres inicien sus pruebas de detección o que se les ofrezca la opción de comenzar a hacerlo a los 40 años”.
Según cifras estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer, “casi 298 000 mujeres en Estados Unidos serán diagnosticadas con cáncer de seno y más de 43 000 morirán a causa de esta enfermedad en 2023. Además, se estima que 2 800 hombres recibirán el mismo diagnóstico este año y 530 morirán”.
El cáncer de seno es una preocupación en el área de la salud porque sigue siendo el más frecuente, pero curable si se descubre a tiempo. Por eso la Organización Mundial de la Salud ha designado a octubre como el mes para concientizar sobre la importancia de conocer su cuerpo y detectar las señales de alerta de esta enfermedad que las mujeres pueden padecer en cualquier momento de su vida.
La Mega Nota conversó con Doris, que vive en Columbus, quien –aunque cada año acudía a los controles anuales con su médico y después de la mamografía de rutina anual– fue diagnosticada con cáncer en el seno izquierdo.
Dice que cuando fue al consultorio del doctor y este le comunicó la noticia ella entró en “shock”, sintiendo que se desplomaba. No obstante, allí mismo enfrentó todo con actitud positiva, prometiéndose “de esto yo salgo”, y así fue.
Siguiendo todas las indicaciones, escuchó las opciones que los profesionales le presentaban con todas las posibles consecuencias.
De la mano de Dios y de su médico vivió cada etapa de ese proceso –pérdida del cabello, quimioterapias y radiaciones– abrazada por el cariño de su esposo e hijo y rodeada del cuidado de familiares y amistades.
“Después de la cirugía tuve seis sesiones de quimioterapia y cuando las empecé yo estaba trabajando, pero no me quería quedar aquí en la casa llorando. Al enfrentar el proceso de la caída del cabello no usé pelucas, aunque en el hospital me las ofrecieron, pero yo no quise”.
La mamografía es el método más efectivo para detectar temprano el cáncer de seno. Como cualquier examen también tiene limitaciones y si un resultado indica una anormalidad, hay otras pruebas que ordenará el médico para determinar si el cáncer está presente.
El próximo viernes 20 de octubre es un día especial para que usted, nosotras y todos en la comunidad vistamos de color rosa, apoyando la lucha contra el cáncer de seno.
------------------
FOTOS: (La Mega Nota/Yahaira Webber) | (PX/Alarcón Audiovisual)