El asesinato sin resolver de Mary Petry y Bill Sproat en 1970 podría finalmente encontrar justicia gracias a avances en la tecnología de ADN. En una fría noche de febrero, ambos estudiantes fueron brutalmente asesinados en un apartamento fuera del campus en Columbus. La escena fue espeluznante: Sproat, de 22 años, fue apuñalado más de 20 veces y atado con perchas de alambre, mientras que Petry, de 20 años, sufrió más de una docena de puñaladas y un golpe fatal con una bola de bolos. A pesar de las huellas ensangrentadas encontradas en el lugar, el caso se estancó.
Durante décadas, el crimen ha obsesionado a los investigadores y a las familias. Ahora, el Departamento de Policía de Columbus ha comenzado a utilizar genealogía genética, una herramienta avanzada para rastrear ADN a través de árboles genealógicos. Las pruebas conservadas desde la escena están siendo reprocesadas con la esperanza de identificar al asesino. Martha Petry, hermana gemela de Mary, nunca perdió la esperanza de que un avance tecnológico ayudara a resolver el caso y aliviar el dolor de una familia devastada por la pérdida.
Hasta la fecha, el equipo de revisión de casos del CPD ha resuelto 20 crímenes sin resolver usando esta tecnología. La investigación sobre la muerte de Mary y Bill avanza, con la esperanza de que el ADN finalmente revele la identidad del culpable, cerrando un ciclo de más de 50 años de misterio y dolor.