Cada año más de 500 personas mueren en los Estados Unidos por envenenamiento accidental con monóxido de carbono, un gas que no tiene olor ni color y causa que la persona se quede dormida.
Durante la temporada de invierno, las intoxicaciones y fallecimientos por monóxido de carbono son frecuentes.
Este es producido por generadores portátiles, estufas de cocina, linternas a combustible, calefacciones y calentadores, por la quema de carbón o madera, y usualmente también se encuentra en los gases emitidos por los automóviles.
Se puede acumular en espacios parcial o completamente cerrados.
A continuación, algunas recomendaciones de cómo evitar la intoxicación y/o la muerte por monóxido de carbono:
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Mantenga un detector/alarma de monóxido de carbono en su casa con baterías (pilas) que funcionen. Como este gas no tiene olor ni color, la única forma de saber si está presente en el ambiente es a través de un detector/alarma.
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Si tiene un detector/alarma de monóxido de carbono en su casa, asegúrese de que funcione y cambie las baterías (pilas) una o dos veces al año.
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Nunca utilice la estufa o el horno de gas para calentarse o como calefacción.
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Nunca deje encendido el motor de su carro estacionado en un espacio parcial o completamente cerrado, como un garaje.
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Nunca encienda su auto, un generador, una lavadora a presión o cualquier motor a gasolina cerca de un conducto de ventilación, una ventana o una puerta abierta. El monóxido de carbono puede diseminarse por estos conductos.
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Nunca encienda un generador, una lavadora a presión o cualquier motor a gasolina dentro de un sótano, garaje u otro cuarto cerrado, que no tenga ventilación. Estos equipos deben ser instalados por un profesional y contar con una ventilación adecuada. Asegúrese de mantener los conductos libres de suciedad, especialmente cuando hay mucho viento porque los desechos pueden bloquearlos.
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Nunca utilice braseros, linternas a combustible o estufas portátiles de campamento dentro de una vivienda, tienda de campaña o casa rodante.
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Si hace mucho frío o calor, busque protección con amigos o en un refugio comunitario. Usualmente durante el invierno –y en especial cuando hay temperaturas muy bajas como las que experimentamos durante los primeros meses del año– los condados, ciudades y municipios ofrecen lugares y centros de atención a las personas.
Para obtener más información, visite: www.cdc.gov/co.
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COVID-19 y vacunas
Entre tanto, los casos de la variante ómicron del COVID-19 continúan disminuyendo.
Las vacunas contra el COVID-19 han demostrado ser seguras y eficaces. Estas no solamente disminuyen el riesgo de muerte y hospitalización, también previenen contra la formación futura de nuevas variantes.
La mejor forma de protegernos contra el COVID-19 y la influenza es inyectarnos y continuar con las medidas de mitigación como el uso del tapabocas y el lavado de manos. Las inmunizaciones salvan vidas.
¡Vacunémonos todos!
