Vestidas de una forma muy tradicional, colorida y auténtica, con mucha elegancia, a donde quiera que vayan, las indígenas Gunas de Panamá –siempre– presumen con orgullo, las molas, porque son obras de arte que hacen con sus propias manos inspiradas en diseños de la naturaleza y la región que habitan.
La República de Panamá tiene diez provincias: Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Colón, Darién, Herrera, Los Santos, Panamá, Panamá Oeste y Veraguas.
También posee seis comarcas indígenas: Guna Yala (antes Kuna Yala, y también conocida como la comarca de San Blas), Emberá-Wounaan, en la región de Darién; Madugandí, en Chepo, al este de la provincia de Panamá; Ngäbe-Buglé, con territorio compartido entre las montañas de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas; Wargandí, al norte de Darién, en el distrito de Pinogana; y –la más reciente– Naso Tjër Di, designada oficialmente por ley, en diciembre de 2020, la cual se ubica en las cordilleras del extremo fronterizo con Costa Rica.
Muchas películas, programas, documentales y series de televisión han mostrado al mundo escenas de la comarca Guna Yala, en el paradisíaco Archipiélago de San Blas, en el Caribe panameño, uno de los destinos más añorados por los turistas y marcado en la ruta de cruceros.
Aquí, las mujeres son dueñas de su propia economía, y la mola representa su principal fuente de ingresos.
En un artículo titulado: “La Mola, identidad de país y raza tras las fronteras”, publicado en panamamatour.it, se deja claro como su confección “es la principal actividad de la mujer Guna y para muchas familias constituye, si no la única, la más importante fuente de ingresos”.
Aseguran también que los Gunas “son famosos por estas coloridas artesanías utilizadas, inicialmente, para la vestimenta de sus mujeres y luego, como producto comercial”.
Las venden en su territorio, que es completamente abierto al turismo, pero si usted tiene planes para visitarles, primero debe conocer todas las normas, ya que su entorno es conservado para no alterar tradiciones, costumbres o rituales.
Para hacer las molas, ellas solamente usan telas de distintos colores, hilos y agujas.
El arte se inspira en flores, plantas, hojas, animales e infinidad de diseños lineales que cortan y cosen delicadamente sobre un paño básico.
Ellas siempre las llevan en la parte frontal de sus blusas con mangas voluptuosas, acompañadas de una falda, pañuelo en la cabeza, argolla de oro en la nariz y pulseras de chaquira, que –con diseños a juego– también usan para cubrir sus piernas.
Consejo: Cuando visite Panamá y vea a las indígenas Guna vendiendo sus molas en sitios turísticos, les recomiendo primero comprarles algún detalle para que ellas acepten amablemente que les tomen fotografías. Les aseguro que sonreirán y le regalarán varias poses.
De lo contrario, es posible que se cubran el rostro.
