Berlín/París, 5 feb (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, reivindicaron este viernes la soberanía estratégica de la Unión Europea (UE), pese a la vuelta a la diplomacia de EEUU de la mano del presidente Joe Biden.
Tras la celebración virtual del consejo franco-alemán de Defensa y Seguridad, ambos líderes apostaron por consensuar a 27 los intereses y objetivos de la política exterior común como fórmula para que la UE se aúpe como un actor más independiente en el ámbito internacional.
Abogaron por mantener el diálogo y la cooperación con el resto de actores pese a las diferencias de fondo -incluyendo a China y Rusia- y, aunque destacaron que Estados Unidos tendrá una posición preferente, rechazaron cualquier seguidismo y la conformación de una política de bloques confrontacional.
Merkel consideró que la UE debe "definir qué tareas" considera propias en el ámbito de la seguridad y la defensa, "en el marco de la ambición europea", aunque alineadas con la OTAN, con el objetivo de lograr la "soberanía" del bloque.
Macron destacó especialmente la importancia de reafirmar una "estrategia de soberanía europea" en los planos geoestraetégico, militar y de las industrias de defensa. "Nos parece una necesidad", afirmó.
En este ámbito, señalaron, será crucial la "Brújula estratégica", un documento para definir los objetivos, riesgos e intereses de la UE en política exterior. El informe se empezó a elaborar en la segunda mitad de 2020, en la presidencia alemana del Consejo Europeo, y se pretende concluir durante la francesa, en el primer semestre de 2022.
El presidente francés recalcó que la soberanía es "importante" en el doble contexto de que el nuevo Gobierno de EEUU quiere volver a una diplomacia exterior activa, pero también por "el aumento de tensiones en nuestro vecindario", de Libia a Bielorrusia, pasando por Siria y Ucrania.
Merkel abogó por intensificar el diálogo con la nueva administración estadounidense, con quien dialogará "en primer lugar", y se comprometió a "apoyar constructivamente" la conferencia de democracias propuesta por Biden.
Consideró además que es posible establecer una "política común" sobre la base del "sistema de valores común" entre la UE y EEUU, pero se mostró contraria a la conformación de bloques, con Washington liderando uno de ellos y Pekín el otro.
"Para la UE es muy importante tener una política propia con respecto a China", afirmó Merkel, y señaló que la comunidad internacional precisa de Pekín para cuestiones como la lucha contra el cambio climático y el refuerzo del multilateralismo.
También se mostró a favor de mantener abiertos los canales de diálogo, pese a las "profundas diferencias", con el presidente ruso, Vladímir Putin, una persona que a su juicio es clave en cuestiones como Bielorrusia, Ucrania, Libia, Siria y el desarme internacional.
El contacto con Rusia en el ámbito "geoestratégico" es "necesario", subrayó la canciller, que criticó sin embargo la decisión rusa de expulsar a varios diplomáticos europeos, entre ellos alemanes, por supuestamente participar en las protestas convocadas por el líder opositor ruso, Alexei Navalni.
POLÍTICA INDUSTRIAL COMÚN EN DEFENSA
La soberanía también debe abarcar el ámbito industrial y tecnológico, defendió Macrón, que destacó la necesidad de que prosperen y culminen con éxito los proyectos conjuntos europeos en el ámbito de la defensa, casi todos en una fase muy inicial.
Entre ellos, Merkel y Macron destacaron el avión no tripulado "eurodron", el nuevo helicóptero de combate "Eurocopter Tiger" y el nuevo vehículo blindado.
Además, subrayaron la importancia del denominado el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FSAC), el ambicioso proyecto de largo recorrido en el que participan Francia, Alemania y España para desarrollar un caza de sexta generación, un dron, nuevo armamento y un sistema de comunicaciones que puedan trabajar de forma integrada.
"Tenemos que lograr resultados", afirmó Macron.
Merkel consideró que hay "opciones" de que se realicen avances en buena parte de estas iniciativas conjuntas durante este año, pese a que reconoció que quedan cuestiones por aclarar, como el papel que jugarán las distintas empresas nacionales en su desarrollo y la concreción de los derechos de la propiedad intelectual.