COLUMBUS, Ohio — Cada año en el mes de junio mundialmente y en toda la nación, ondean las banderas del arcoíris, se realizan marchas y celebraciones para recordar los hechos que sucedieron en Stonewall hace 55 años. Ya es historia cuando el 28 de junio de 1969 en una inspección policial en el bar Stonewall un agente agredió a una joven lesbiana y esto desató manifestaciones y protestas en las calles de Nueva York.
Este hecho derivó en la celebración del Mes del Orgullo, de la aceptación a la presencia de la diversidad sexual y de género reconocidas como LGBTQ+.
Desde el inicio de este movimiento, y aunque a esta comunidad se le han reconocido derechos —como poder cambiar nombre y sexo en sus documentos legales de identificación, se acepta el matrimonio entre personas del mismo sexo, las parejas lesbianas o gay pueden adoptar niños, también los gobiernos y entidades han establecido leyes para proteger contra la discriminación en el área laboral— todavía existen lugares donde hay violencia, discriminación y crímenes de odio.
En el Mes del Orgullo, La Mega Nota conversó con Mario Sánchez, quien nació en Costa Rica y siempre lo encuentran trabajando en las actividades de salud para la comunidad gay.
Relata que, desde muy joven, aunque sus primeros estudios los hizo en Bellas Artes, tuvo la oportunidad de capacitarse en salud y laborar en proyectos de prevención del SIDA en la población gay en su país.
“Yo trabajé allí y después me dieron un puesto como coordinador de la línea de apoyo. Era una línea que básicamente trabajaba con la problemática de la homosexualidad: enfermedad sexual, suicidio, violencia doméstica. Es un programa muy amplio, que me llevó a desarrollar trabajos y proyectos aun en universidades de Costa Rica, así que durante 10 años trabajé con la comunidad gay en un ambiente donde ser gay era permitido”.
Al llegar a Columbus, “por un tiempo fui voluntario en los programas del departamento de salud y con otras organizaciones en la misma área con la población latina. Durante mis últimos 30 años he estado trabajando en ambientes donde puedo decir que la homosexualidad es parte de la normalidad”.
Sánchez afirma, que “sintiendo que navegaba en contra del sistema”, enfrentó sus miedos, pero llegó el momento en que ya no se ocultó y hoy su vida ha estado dedicada al trabajo social, a la educación.
Y se sigue enfocando en las necesidades de salud de la comunidad LGBTQ+.
“Trabajábamos básicamente para la población gay, pero la intervención no es exclusiva para la población gay, es importante para que cada uno encuentre el tratamiento que necesita y viva en paz, con tranquilidad”.
Asegura que “es difícil hacer prevención en una población que no se quiere a sí mismo” y con esto se concluye:
“Es el amor que cada persona se tiene a sí mismo lo que le dará mejor salud mental y de conducta. La idea no es solamente trabajar la prevención, pero también es empoderarse, porque si usted se quiere, usted se cuida”.
Una de las grandes barreras y retos que enfrenta la persona gay –reitera– “es la falta de aceptación de sí mismo, el no vivir los procesos, no importa la orientación sexual”.
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*Mario Sánchez ha dedicado su vida a trabajar con las necesidades de salud de las personas de la comunidad LGBTQ+ en la región central de Ohio. (La Mega Nota/Patricia Ruiz)