Kosice (Eslovaquia), 13 sep (EFE).- Con un 80 % de desempleo, sólo una línea de autobús y problemas con el suministro de agua, el barrio gitano de Lunik IX, que el papa Francisco visitara mañana durante su estancia en Eslovaquia, es un auténtico gueto al que las autoridades trasladaron a los ciudadanos considerados "inadaptados".
El barrio, donde viven actualmente unas 4.500 personas, fue construido en 1981, aún durante la dictadura comunista en la entonces Checoslovaquia, sobre un solar situado junto a un vertedero.
Allí fue desplazada casi toda la población gitana de Kosice, hoy la segunda ciudad de Eslovaquia, con 239.000 habitantes.
El traslado fue impulsado por las autoridades locales, que pretendían aislar a los gitanos del resto de los ciudadanos, ante el escepticismo del Gobierno central.
SEGREGACIÓN ÉTNICA
Al principio, entre Los vecinos del barrio se contaban también eslovacos no gitanos, en su mayoría policías y soldados, ubicados aquí con la ida de "propagar" la disciplina entre los gitanos.
La segregación no mejoró con la llegada de la democracia en 1989 ni con la creación de Eslovaquia como Estado independiente en 1993.
En el año 1995, la política oficial de vivienda del Ayuntamiento incluía trasladar al barrio a los "ciudadanos morosos, sin techo e inadaptados".
Hoy día, todos los vecinos de Lunik IX son eslovacos gitanos. Aunque hay censadas unas 7.000 personas, sólo quedan en el barrio unos 4.500, que ocupan 300 pisos, lo que da una media de 15 personas por vivienda, cinco veces más que la media nacional, según datos oficiales.
SIN AGUA CORRIENTE
Hasta 2018, las viviendas sólo tenían dos horas diarias de agua corriente al día, después de que las empresas de suministro restringieran el uso debido a todo el barrio debido al impago de las facturas por parte de muchos vecinos.
Actualmente, el suministro y el pago se contabiliza individualmente mediante un sistema electrónico de tarjetas prepago con un crédito limitado.
Según datos de la Unión Europea, el 27 % de los hogares eslovacos donde viven gitanos no tienen agua corriente y el 29 % no tiene inodoro.
La única conexión entre Lunik IX con la ciudad de Kosice es la línea 11 de autobús, en la que los conductores demandan un plus de riesgo argumentando lo incidentes sufridos en el pasado. En los últimos años, unos 2.500 vecinos han abandonado el barrio para buscar mejores condiciones de vida en el extranjero, especialmente en Bélgica y el Reino Unido.
DISCRIMINACIÓN
Eslovaquia es uno de los países de la Unión Europea con mayores índices de racismo hacia los gitanos. Según una encuesta de 2008, el 47 % de los eslovacos afirmaba que no le gustaría tener gitanos como vecino, en comparación, por ejemplo con el 25 % en España.
La propia UE señaló en un informe de hace dos años que "hay poca evidencia" de que esa actitud haya cambiando desde entonces.
Otro grave problema de discriminación en Eslovaquia es el de la segregación de niños gitanos en los colegios.
El 25 % de los escolares gitanos están en clases donde todos los compañeros son de esa etnia, frente al 15 de % media en los nueve países comunitarios en los que viven la mayoría de gitanos de la Unión Europea. En España es sólo el 4 %.
La Comisión Europea llegó a abrir un expediente de infracción a Eslovaquia por este motivo. EFE