Los republicanos apartan a Liz Cheney del liderazgo en la Cámara Baja por su posición contra Trump
Washington, 12 may (EFE).- Los republicanos expulsaron este miércoles a la congresista Liz Cheney del liderazgo del partido en la Cámara de Representantes por su posición crítica hacia el expresidente Donald Trump.
En una votación secreta, el partido cumplió así con su amenaza de apartar a Cheney, hasta ahora número tres de los republicanos en la Cámara Baja, por haber refutado las denuncias infundadas de Trump de que hubo un fraude en los comicios presidenciales de noviembre que dieron como ganador al actual mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden.
Nada más conocerse el resultado de la votación, Cheney afirmó en declaraciones a la prensa que planea "liderar la lucha" por conseguir un Partido Republicano "fuerte" en el futuro y subrayó que hará todo lo que esté en su mano para que Trump "no vuelva a acercarse al Despacho Oval".
Añadió que su partido debería asegurarse de elegir como líder y próximo candidato a la Presidencia a alguien que esté comprometido con la Constitución, algo que no ocurre, en su opinión, en el caso de Trump.
Con esta votación se consuma una purga que se esperaba por parte del Partido Republicano, que sigue al lado del expresidente y apartando a las voces críticas que rechazan las acusaciones de fraude electoral.
Sabedora de que esta votación se iba a producir hoy, la legisladora, que es hija del exvicepresidente republicano Dick Cheney (2001-2009), pronunció la noche del martes un discurso en la cámara en la que criticó duramente a los dirigentes del partido por su fidelidad a Trump.
"No me quedaré sentada a mirar en silencio mientras otros llevan a nuestro partido por un camino que abandona el estado de derecho y se unen a la cruzada del expresidente para socavar nuestra democracia", dijo Cheney en el hemiciclo.
"Permanecer en silencio e ignorar la mentira envalentona al mentiroso", añadió la congresista, quien insistió en que las elecciones de noviembre no fueron robadas y alertó de que Washington se enfrenta "una amenaza como nunca antes".