Tiflis, 2 oct (EFE).- Los georgianos comenzaron hoy a votar en las elecciones municipales en un clima de tensión entre el Gobierno y la oposición, después de la detención del expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili y la crisis que vive el país desde las elecciones parlamentarias de 2020, plagadas de denuncias de fraude y protestas.
En estos comicios casi 3,5 millones de votantes están llamados a elegir 64 alcaldes y 2.068 diputados de 64 asambleas locales en más de 3.600 colegios electorales en todo el país.
Las elecciones han ganado interés debido a la gran crisis política que desataron las elecciones parlamentarias de octubre pasado, calificadas de fraudulentas por la oposición y en las que el partido oficialista, Sueño Georgiano, obtuvo 90 de los 150 escaños que conforman el Parlamento.
Un acuerdo facilitado en abril por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para sacar al país caucasiano de la crisis saltó en julio por los aires cuando Sueño Georgiano lo dio por roto.
El acuerdo fue respaldado por las autoridades georgianas y parte de la oposición, pero entre otros no lo firmó el principal partido opositor, Movimiento Nacional Unido (MNU) de Saakashvili, que presidió el país entre 2004 y 2013, y que hasta su vuelta ayer a Georgia tras ocho años fuera, permanecía huido de la justicia.
El pacto preveía entre sus cinco puntos la convocatoria de unas elecciones parlamentarias anticipadas en 2022 (dos años antes de lo previsto) si Sueño Georgiano no logra un 43 % de los votos proporcionales en los comicios municipales de este sábado.
El partido oficialista afirma que este punto ya no es aplicable, en tanto que la oposición sí cree que aún debe ser vinculante.
Las tensiones aumentaron el viernes cuando fue detenido Saakashvili, quien es asesor del Comité Ejecutivo de Reformas adscrito a la Presidencia ucraniana tras recuperar en 2019 la ciudadanía ucraniana de la mano del presidente, Volodímir Zelenski.
La Justicia georgiana reclamaba a Saakashvili tras haberle condenado en 2018 en ausencia a tres y seis años de cárcel por corrupción y abuso de poder.
También enfrenta otros cargos en Georgia que, según la Fiscalía, pueden acarrearle hasta 11 años de prisión.
Saakashvili urgió hoy a los georgianos desde la cárcel a acudir a las urnas, "para lograr una victoria común".
Asimismo, sostuvo que "ningún país en el mundo reconocerá las falsas condenas (...)" que le ha impuesto la Justicia georgiana.
Junto al exmandatario, que anunció anoche una huelga de hambre, también fue detenido el propietario del apartamento en el que Saakashvili se escondió en Tiflis.
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, que hoy votó por la "despolarización" de la sociedad, afirmó ayer que no emitirá "jamás" ningún perdón presidencial para Saakashvili.
Pese a la lluvia en Tiflis y en las regiones, los votantes acuden a votar. Al mediodía, la participación fue del 17,72 %.
"He votado por la estabilidad, por Sueño Georgiano, no quiero la revolución que Saakashvili está tratando de organizar", dijo a Efe la financiera Tamara Birbichadze en la céntrica avenida Rustaveli.
"No me gustan las autoridades actuales. Voté en contra, pero quiero vivir en paz y no iré a los mítines que la oposición quiere hacer mañana", afirmó a su vez el mecánico Vakhtang Gogochashvili.