El otoño llegó con la noticia de que una nueva vacuna contra el covid-19 se empezaría a distribuir desde las bodegas de sus fabricantes –Pfizer y Moderna– hasta las farmacias y otros proveedores de salud, pero a diferencia de aquellos tiempos de pandemia, esta vez no sería subsidiada por el gobierno federal. El costo –ahora– es responsabilidad de las compañías de seguro médico, el cual –como se trata de una medida preventiva– debieran considerarla en el esquema de cobertura, tal como la inmunización contra el “flu”.
Sin embargo, de acuerdo con reportes de medios de comunicación a nivel nacional, el inicio de este proceso para administrar la vacuna reformulada decepcionó a muchas personas que intentaron reservar una cita u otros cuyas aseguradoras no habían actualizado la documentación correspondiente, recibieron cancelaciones o denegación del beneficio.
“Los proveedores de seguros de salud del sector público y privado deben pagar el costo total de la vacuna más una tarifa de administración. Los pacientes sin seguro médico aún pueden recibir vacunas gratuitas a través de un programa del gobierno federal”, publicó el USA TODAY el 23 de septiembre.
“Si bien las cadenas de farmacias se afanan para administrar a los clientes sus vacunas, ha sido estresante para muchas personas. Docenas han recurrido a las redes sociales para compartir historias sobre obstáculos con las aseguradoras, retrasos en las citas o denegación al considerarse fuera de la red”, advirtió el medio.
De acuerdo con The New York Times en un artículo del 22 de septiembre, “las compañías de seguros están negando la cobertura, y algunos culpan de las dificultades a los códigos de facturación. Las farmacias están cancelando algunas citas porque las dosis no han llegado, y debido a que el gobierno ya no está pagando por la vacuna de todos, los dolores de cabeza en torno a la cobertura dentro y fuera de la red se suman a la confusión”.
Desde el 12 de septiembre, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron una vacuna anticovid actualizada para la temporada viral de otoño/invierno 2023-2024, confirmando la disponibilidad de las dosis de Pfizer y Moderna que protegen contra la variante ómicron XBB.1.5.
“El virus que causa el covid-19 siempre está cambiando, y la protección de las vacunas disminuye con el tiempo”, afirmaron los CDC en un comunicado de prensa.
“Recibir una vacuna covid-19 actualizada puede restaurar y proporcionar una mayor protección contra las variantes actualmente responsables de la mayoría de las infecciones y hospitalizaciones en los Estados Unidos”, advierten.
De igual manera, recuerdan que la temporada pasada, aquellos que recibieron una vacuna covid-19 2022-2023 vieron una mayor protección contra la enfermedad y la hospitalización en comparación con quienes no se vacunaron.
“Hasta la fecha, cientos de millones de personas han recibido de manera segura una vacuna covid-19 bajo el monitoreo de seguridad más intenso en la historia de los Estados Unidos”, afirma la institución.
IMPORTANTE:
Sobre las personas que no cuentan con seguro médico o cuyos planes no cubren el costo, los CDC anunciaron que pueden recibir una vacuna gratuita en sus centros de salud (local), en los departamentos de salud (estatal), local, tribal o territorial y las farmacias participantes en el Bridge Access Program. Los niños elegibles para Vaccines for Children también pueden hacerlo a través de un proveedor inscrito en ese programa.
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*Esta foto de Anthony Quintano, tomada en noviembre de 2021, muestra una dosis de refuerzo de la inmunización contra el covid-19 fabricada por Moderna. La nueva vacuna covid-19 2023-2024 monovalente reformulada está disponible para ser administrada a través de farmacias, clínicas y otros proveedores de salud. (CC/Anthony Quintano)
