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Cultura

Legado de música criolla y afroperuana

por Hernán Gálvez (hernan.galvez@lamegamedia.com)


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El Mes de la Herencia Hispana refleja justamente eso, costumbres trasladadas de generación en generación, y entre ellas por supuesto, está la música. 

Perú es uno de los países sudamericanos con mayor influencia europea –para ser más precisos, española– dato fácilmente reconocible en la influencia musical. 

Debido a la mezcla racial derivada de la conquista fue como nació la Música Criolla.

Sus instrumentos más populares son la guitarra de madera –también conocida como “guitarra de palo” – y el cajón. 

Sin embargo, no son los únicos.

Tan raro como pueda parecer, una quijada de burro también acompaña los compases de una buena fiesta criolla peruana. 

Es principalmente un instrumento de percusión que al ser rasgado con un palillo de madera, añade un tono más festivo a la melodía, a este sonido se le denomina “carrasca”. 

También puede tocarse dando pequeños golpes en una de las esquinas de la quijada con la palma de la mano. La técnica provoca una vibración de la dentadura.                                              

Ahora, a falta de burro, también se usa la quijada de caballo o de res. 

El maxilar inferior del animal es hervido y secado, para luego pasar por -léalo bien- un nido de hormigas. Así queda limpio de residuos, los molares del extinto animal se aflojan y producen un coqueto castañeteo.

La cocina amerita una nota aparte dentro de estas tradiciones, aunque encuentra en este artículo un espacio merecido: las cucharas también son empleadas por los criollos como instrumento musical. 

Se golpean entre ellas ya sea contra la palma de la mano, o contra el muslo.                                       

Todos estos instrumentos también son usados en la música afroperuana, especialmente la guitarra y el cajón. 

Tal como advierte el nombre, estas melodías tienen una raíz africana que depende mucho del baile como acompañamiento a lo cantado. 

Las danzas pueden ser en parejas o unipersonales, con bailarines mayormente descalzos, una costumbre de antaño. 

En la música criolla peruana se puede percibir un compendio de valses vieneses, con vestigios franceses e incluso italianos. 

El vals criollo tiene un origen costeño, ya que históricamente esa región fue más propensa a recibir visitantes europeos en siglos pasados. 

Pero dentro de la mezcolanza también hay espacio para la más norteña Marinera –también  bailable sin calzado– el Huayno, el Tondero, la Zamacueca y el Landó. 

La Marinera peruana se ha hecho popular en el mundo ya que, aparte de que sólo puede bailarse en pareja, conlleva mucha teatralidad y expresión facial: recreando el arte de cortejar o la seducción. 

El Tondero vendría a ser una variación de la Marinera, con mayor influencia gitana e incluso africana.

Todos estos géneros pueden simplemente encasillarse dentro de lo Criollo. 

La mayoría de las escuelas de baile en Perú generalizan el término, pero realmente en sus aulas podrá encontrar la variable que prefiera.

La Zamacueca, por ejemplo, para muchos antecede a la Marinera, sus fundamentos son similares pero el uso de la guitarra es mucho más rítmico. 



 
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