Bruselas, 21 sep (EFE).- Los países de la Unión Europea (UE) acordaron este martes que una presencia diplomática “mínima” del club comunitario en Kabul tras la toma del Gobierno de Afganistán por parte de los talibanes podría “facilitar” tareas a las que se han comprometido los Estados miembros, como la entrega de ayuda humanitaria en la región.
Los ministros de Exteriores de la UE, que se reunieron de manera informal en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, señalan que dicha presencia de diplomáticos, “dependiendo de la situación de seguridad”, facilitaría “la entrega de ayuda humanitaria, incluyendo al gran número de desplazados internos, y la vigilancia de la situación humanitaria”.
“También podría coordinar y apoyar la salida de los restantes ciudadanos europeos, trabajar en asuntos consulares y gestionar el trayecto de afganos que podrían ser recibidos en Estados miembros”, recalcan los ministros en las conclusiones del encuentro, en un texto en el que recuerdan que esta acogida será voluntaria.
La UE iniciará además una plataforma política regional para “cooperar con los vecinos directos de Afganistán”, a quienes ya se ha comprometido a otorgar ayuda financiera adicional para lidiar con las consecuencias directas de la toma talibán de Kabul, incluyendo la potencial salida de afganos hacia otros países.
“La plataforma se basará en las relaciones existentes entre la UE y estos países, así como en otras iniciativas, (…) y combinará un compromiso político sostenido con iniciativas prácticas concretas y apoyo”, señalan los ministros, que apuntan que la plataforma coordinada por el servicio diplomático comunitario “empleará todos los instrumentos europeos relevantes y reunirá fuertes contribuciones de los Estados miembros”.
Además, la UE subraya que sus acciones “serán cuidadosamente calibradas” ante las acciones y políticas que emprendan las autoridades talibanes, a quien “no atribuye ninguna legitimidad”.
Como condiciones para un contacto futuro, el Consejo insiste en que los talibanes deben continuar permitiendo la salida de los afganos y extranjeros que quieran salir del país; promover y proteger los derechos humanos, incluyendo a los de las minorías; respectar la libertad de expresión y de prensa; permitir las operaciones humanitarias y evitar que Afganistán vuelva a convertirse en un refugio para terroristas.