Naciones Unidas, 9 sep (EFE).- La ONU llamó este jueves a permitir que el dinero siga fluyendo a Afganistán a pesar de la toma del poder por parte de los talibanes, a quienes apuesta por dar una "oportunidad" para demostrar que pueden gobernar de otra forma.
La enviada de Naciones Unidas al país, Deborah Lyons, defendió ante el Consejo de Seguridad la importancia de desbloquear los fondos dirigidos a Afganistán para evitar una enorme crisis que puede hacer que el país "retroceda décadas".
"Hay que encontrar, y rápido, una fórmula que permita que el dinero fluya hacia Afganistán para evitar un colapso total de la economía y el orden social. Deben crearse salvaguardas para que el dinero se gaste donde tiene que gastarse y no sea malgastado por las autoridades de facto", señaló.
Tras la toma del poder por parte de los insurgentes, numerosos países e instituciones, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se apresuraron a bloquear temporalmente fondos a Afganistán.
"Miles de millones de dólares de activos y fondos de donantes han sido congelados por miembros de la comunidad internacional. El objetivo entendible es denegar estos fondos a la Administración de facto de los talibanes. El efecto inevitable, sin embargo, será una contracción económica severa que puede dejar a millones de personas en la pobreza y el hambre", señaló Lyons.
La diplomática insistió en que aislar totalmente al país e impedir la entrada de dinero no hará más que perjudicar a una población que ya vive en una situación extremadamente difícil.
"Debe permitirse que la economía respire durante unos meses más, dando a los talibanes una oportunidad para demostrar flexibilidad y una verdadera voluntad de hacer las cosas de una forma distinta esta vez, sobre todo desde una perspectiva de derechos humanos, género y lucha antiterrorista", dijo.
En el debate posterior, China fue el país que más claramente exigió el desbloqueo de esos fondos, subrayando que corresponden a los afganos y no deben ser usados para presionar o influenciar al país.
EL FUTURO DE LAS SANCIONES
La enviada de la ONU no escondió que la nueva situación en Afganistán plantea numerosos dilemas para la comunidad internacional, empezando por qué hacer con las sanciones que pesan sobre los líderes talibanes.
Lyons recordó que de la treintena de nombres anunciados por los insurgentes como miembros del nuevo Gobierno, "muchos están en la lista de sanciones de la ONU, incluidos el primer ministro, los dos viceprimeros ministros y el ministro de Exteriores".
"Ustedes tendrán que decidir qué pasos tomar con respecto a la lista de sanciones y el impacto en la futura cooperación", dijo a los miembros del Consejo, a quienes pidió centrarse antes en la emergencia humanitaria.
Las potencias, en general, se guardaron las cartas sobre qué postura mantendrán con respecto a las sanciones y no parece que se avecinen decisiones inmediatas.
Estados Unidos, en ese sentido, subrayó que está dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno afgano siempre que cumpla con sus compromisos y ofrezca estabilidad, inclusividad y proteja los progresos de las últimas dos décadas, pero dejó claro que no lo hará con base en "promesas".
Rusia insistió en que la prioridad ahora mismo es que se pueda estabilizar el país, garantizar ayuda humanitaria para la población y asegurar que Afganistán no se convierta en una base para el terrorismo.
Al respecto, la ONU advirtió que hay miembros de Al Qaeda que continúan en el país, "visiblemente acogidos y resguardados por las autoridades de facto", y dijo que hay riesgo de que el Estado Islámico de Khorasán -también conocido como ISIS-K- gane terreno.
PROMESAS ROTAS
La promesa de romper con los grupos terroristas es parte de una importante lista que los talibanes parecen por ahora estar ignorando, según el informe presentado hoy por Naciones Unidas.
La organización, junto con las potencias occidentales, se mostró muy crítica con el Gobierno anunciado esta semana, formado exclusivamente por miembros del grupo y sin una sola mujer, al considerar que va totalmente en contra de sus compromisos de inclusividad.
Lyons apuntó también que, pese a que los talibanes han prometido una amnistía para los soldados y funcionarios del anterior Ejecutivo, hay "denuncias creíbles" de asesinatos y detenciones.
También se mostró muy preocupada por la "creciente violencia" contra quienes han salido a las calles a protestar y por las limitaciones de los derechos de las mujeres que se están dando en muchas zonas del país.
Su voz la llevaron al Consejo de Seguridad hoy la Nobel de la Paz Malala Yousafzai, que sobrevivió en 2012 a disparos de los talibanes por defender la educación de las mujeres, y la activista afgana Wazhma Frogh, quienes pidieron al mundo protección para mujeres y niñas.