Los jugadores de Ohio State han encontrado una conexión profunda entre el fútbol y la fe, que va más allá del campo de juego. El receptor abierto Carnell Tate, en su segundo año, ha abrazado la religión tras la trágica muerte de su madre en 2023. A través de la fe y el apoyo de sus compañeros de equipo, Tate ha encontrado fortaleza y propósito, convirtiendo su espiritualidad en un pilar fundamental de su vida. Su historia de resiliencia refleja el impacto que la fe ha tenido en varios miembros del equipo.
El estudiante de último año, Gee Scott Jr., comparte un camino similar. Tras perder a su madre y su tía en 2021, Scott Jr. también recurrió a la fe para sobrellevar la adversidad. Su viaje espiritual comenzó con la lectura diaria de la Biblia, lo que le brindó paz interior en un momento de caos personal. Ahora, él y otros jugadores del equipo no solo han fortalecido su propia fe, sino que han creado un espacio de unidad y vulnerabilidad dentro del equipo, compartiendo sus experiencias y apoyándose mutuamente.
Este movimiento espiritual se expandió al campus cuando los jugadores de fútbol de Ohio State, junto con otros estudiantes, organizaron un evento de oración masivo, atrayendo a miles de personas. Kamryn Babb, ex capitana del equipo de fútbol, fue una de las líderes en este esfuerzo, señalando que la fe es un nexo común que une a los jugadores y estudiantes por igual. Para Tate y Scott Jr., la fe no solo les ha ayudado a superar desafíos personales, sino que también los ha convertido en líderes dentro y fuera del campo.
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