Madrid, 1 oct (EFE).- Alex Palou hizo historia al ser el primer español en lograr el título del IndyCar. Un sueño americano que siempre tuvo en mente y que se empezó a gestar en Japón, con la ayuda de Mónaco Increase Management. Salvatore Gandolfo, fundador de la empresa, habla con EFE de su piloto, por el que no hizo una apuesta, sino que tomó "un riesgo calculado".
"No la definiría como una 'apuesta', sino como un riesgo calculado. Hace unos años me di cuenta de que él tenía un muy buen potencial, y eso no solo en el sentido de ser rápido en la pista, sino que poseía un muy buen temperamento junto a una imagen muy fuerte", desgrana en una conversación con EFE.
En ese momento, sin el sustento económico para seguir creciendo en las categorías mayores de monoplazas en Europa a pesar del apoyo de Adrián Campos, descubridor también de Fernando Alonso y fallecido de forma repentina el pasado 27 de enero, y su escudería Campos Racing, decidieron continuar la carrera de Palou en Japón.
"Decidimos dirigir juntos su carrera hacia Japón, para que corriera en la Super Formula donde fue el mejor novato y no ganó la temporada en su primer año debido solamente a un problema mecánico en la última carrera", recuerda Gandolfo.
Todo a través de su empresa Mónaco Increase Management tras ser primer ejecutivo de Campos Racing. "El objetivo principal es la promoción de la carrera y la imagen de jóvenes pilotos", remarca a EFE. Entre ellos, además de Palou, está otro español como David Vidales, en la Fórmula Regional by Alpine, y el alemán Pascal Wehrlein, piloto de Porsche en la Fórmula E.
El éxito de Palou en el IndyCar, en su primera temporada con Chip Ganassi Racing, esperan que les sirva para encontrar patrocinadores en Europa, especialmente en España y seguir así construyendo un camino de éxito. "A por otro", dijo el propio piloto nada más confirmarse su título.
De momento, en la mayoría de las carreras ha contado con 'NTT Data' como patrocinador, que también lo es del propio campeonato del IndyCar. La 'marca Palou' cotiza en Estados Unidos y ya empieza a cruzar el charco.
"Su imagen va subiendo cada día y, por supuesto, salir vencedor de la temporada le dará un empujón. Sin embargo, creo que la importancia del 'brand Palou' va a ser reconocida también aquí en Europa. Es parecido a construir un puente a través del Atlántico... Si tras el título se dan patrocinadores europeos, y de España en particular, serían bienvenidos", comenta.
Sin querer entrar en detalles de la suma de dinero obtenida tras hacerse con la 'Astor Cup', el trofeo que, junto al tradicional anillo para los campeones en Estados Unidos, le acredita como campeón del IndyCar, Gandolfo asegura que ya trabajan en explotar la 'marca Palou'.
"En cada contrato hay cláusulas que deben quedar confidenciales, pero en lugar de una 'inversión' prefiero hablar de oportunidades que hemos considerado y vamos a considerar juntos, y que afectan más que el sencillo reparto de premios y se refieren a la esfera comercial", asegura.
Más allá de Palou, el empresario ítalo-suizo habla también de su ambicioso proyecto de formar un nuevo equipo en la Fórmula Uno, aunque se haya visto obligado a aplazarlo, como explica en EFE.
"Ese proyecto se encuentra en el momento y forma adecuada, hemos dados todos los pasos y garantías necesarias para que nuestro proyecto sea evaluado por la Federación, tras hablar con los posesores de derechos comerciales. En este momento, parece que la Fórmula Uno no está interesada en ampliar su parrilla de salida, y tampoco se ve mucha oportunidad en el futuro, debido a la situación provocada por la pandemia".
"Además, tuvimos que concentrarnos en lo que tenemos ya, es decir, ganar el título del Indycar con Alex Palou y darles oportunidades a nuestros otros pilotos. Si se da una oportunidad porque cambien las cosas, estamos listos para evaluarlas", añade.
Igual que Palou. Él mismo ha respondido en varias ocasiones que su futuro no está en la Fórmula Uno a no ser que Chip Ganassi decida montar un equipo, como dijo entre risas en la rueda de prensa posterior a ganar el título, en la que estuvo EFE, a lo que habría que añadir el proyecto de Mónaco Increase Management en el que el español tendría, obviamente, un asiento; aunque, de momento, el camino pasa por revalidar el título del IndyCar.
Una competición cada vez más internacional y que vuelve a generar gran interés en Estados Unidos. Según la NBC, propietaria de los derechos de retransmisión, superó su récord histórico en audiencia, estableciéndose en una media de 1,223 millones de personas, lo que supone un 19 por 100 más que en la campaña anterior.
"Ojalá algún día podamos competir en España", dijo Alex Palou en la víspera de la última carrera en la que conquistó el título. Un sueño aún lejano, estando más cerca el del mexicano Pato O'Ward de correr en su país, para lo que habrá que esperar, al menos, hasta 2023.
Óscar Maya Belchí