“Hoy Kentucky está absolutamente unido. Estamos unidos con nuestra gente, unidos para encontrar y rescatar a tantos como sea posible, unidos por el duelo, y unidos para estar aquí por nuestras familias afectadas, no sólo hoy, sino en los años venideros para que podamos reconstruir juntos”, de esta manera se expresó en Facebook el gobernador del estado de Kentucky, Andy Beshear.
Las declaraciones fueron durante el fin de semana, después del paso del tornado que –hasta el momento de redactar esta información– se tenía un registro de 90 muertos, además de heridos y viviendas convertidas en escombros en la región de Mayfield y Dawson Springs.
El gobernador ha advertido que [mientras avanzan las labores de búsqueda de desaparecidos] se estima que el número de víctimas fatales pasará de 100.
“La devastación que vi en Mayfield fue absolutamente desgarradora. Esta comunidad es fuerte, pero necesitan nuestras oraciones y apoyo. Estoy comprometido con conseguirle a esta comunidad –y cualquier otra área afectada– los recursos necesarios para recuperarse. Estamos juntos en esto”, destacó Beshear en otra publicación de Facebook.
A primeras horas de la mañana del sábado 11 de diciembre, el gobernador de Kentucky emitió una orden ejecutiva por estado de emergencia y solicitó al presidente Joe Biden la declaración oficial, a fin de recibir toda la ayuda federal necesaria para los afectados a través de la Ley 42 de asistencia social por emergencia ante desastres naturales.
“Esta ha sido una de las noches más difíciles en la historia de Kentucky, con varios condados afectados y una pérdida significativa de vidas. Declaré el estado de emergencia y envié una solicitud a @POTUS para una declaración de emergencia federal inmediata”, dijo Beshear en Twitter.
Videos de medios locales presentaron testimonios y otros en redes sociales mostraron como una trabajadora de la fábrica de velas que colapsó se armó de valor para asistir física y emocionalmente a sus compañeros. “Cálmense, cálmense. Estaremos bien”, les decía.
Su nombre, según se identificó en los medios, es Kyanna Parsons.
Ella también describió cómo después de que el techo se derrumbara se empezó a sentir la angustia y desesperación, además de compañeros que rezaban en español, ya que en la fábrica laboran muchos hispanos.
En un comunicado de prensa, enviado a La Mega Nota el domingo 12 de diciembre, el gobernador Beshear confirma que se ha establecido un fondo estatal para que las personas que quieran ayudar, en Kentucky y fuera del estado, puedan donar.
Este fondo, habilitado a través del sitio web TeamWKYReliefFund.ky.gov, se destinará “únicamente para ayudar en los esfuerzos de rescate que se están llevando a cabo en este momento y el alivio [económico] que las familias necesitarán para reconstruir” tras los daños y pérdidas.
Las autoridades también están motivando la donación de sangre para los heridos.
“Ayer volví a Dawson Springs, la ciudad natal de mi padre. A una cuadra de mis abuelos, no hay una casa visible. Es desgarrador lo que ha pasado en esta comunidad. Para cada familia que está de luto, sepa que toda la comunidad está de su lado, tienen nuestro apoyo y nuestras oraciones”, publicó Beshear en Instagram, en la mañana del domingo 12 de diciembre.
Instituciones de seguridad, como el Departamento de Policía de Mayfield, están trabajando en los centros de acopio para recibir donaciones de agua, comida, frazadas y otros víveres de primera necesidad.
“Absolutamente desgarrador. Por favor, donen si pueden en cualquier capacidad disponible. No puedo imaginar lo que esta gente está pasando. Mis pensamientos y oraciones están con todos los que han sido afectados”, comenta en Facebook Bianca Clark, una residente de Mayfield.