Guadalajara (México), 3 oct (EFE).- El director español Julio Medem afirmó este domingo en México que sus películas muestran que el sexo y la intimidad pueden ser una vía para construir historias de amor y mostrar la complejidad que pueden tener los personajes.
"En todas mis películas hay una historia de amor, en todas, y en esa intimidad entra el sexo, y ahí no tengo pudor. Me parece muy atractivo hacer ese retrato del personaje desde el sexo, hay relaciones de sexo que puede tocar el alma, en el que puedes enamorarte a través del sexo, eso es real, puede pasar", señaló.
Medem es una de las figuras del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) que se desarrolla en esta ciudad hasta el 9 de octubre con una oferta de más de 200 películas, 100 de ellas en la sección en competencia y con Guatemala como país invitado de honor.
El realizador, quien el sábado recibió el Premio Mayahuel al Cine Iberoamericano, uno de los más importantes de este festival, ofreció una conferencia magistral en la que reveló que en su filme "Lucía y el sexo" (2001) rodó escenas de sexo en las que hubo penetración real que finalmente no entraron en el corte final de la película porque no aportaban a la historia.
En la charla dirigida a estudiantes de cine, el director de origen vasco compartió algunas de las anécdotas de su carrera como aquella en la que el cineasta Stanley Kubrick lo recomendó son Steven Spielberg para dirigir la película de "El Zorro" con Antonio Banderas, que finalmente decidió no hacer porque creyó que "no aportaría nada" a la cinta
Medem recordó que cuando era adolescente su padre le enseñó a rodar en cámaras 8 milímetros y desde entonces supo que quería dedicar su vida a contar historias y a convertirlas en imágenes.
"Cuando mi padre me enseñó a rodar en super-8, ahí yo me daba cuenta que tal vez en mi vida conseguiría transportar o expresarme a través de esa magia, le decía a mi padre que quería ser director de cine pero me dijo que no, porque yo era muy tímido y buena persona", contó.
El realizador afirmó que desoyó el consejo paterno y comenzó a hacer cortometrajes en super-8, un pasatiempo que combinaba con sus estudios en psiquiatría y que después lo llevó a ser contratado como crítico de cine en un diario de San Sebastián durante tres años.
Confesó que haber estudiado psiquiatría y saber un poco de psicología le ha ayudado a construir a sus personajes y a llevarlos a conflictos y dramas fuertes que de otra manera habrían sido más difíciles de generar.
El Festival Internacional de Cine en Guadalajara continuará hasta el 9 de octubre con proyecciones de corto y largometrajes de ficción, documentales y de animación, así como de temas relacionados a la diversidad sexual que compiten por los Premios Mezcal, Maguey y Rigo Mora.