Viena, 11 sep (EFE).- El tenor español Josep Carreras se despide el próximo martes de la Ópera de Viena, uno de los teatros más importantes en su trayectoria, consciente de que tras más años de 50 años carrera se acerca el momento de una jubilación a la que no pone fecha, pero sí lugar: el Liceu o el Palau de la Música en Barcelona.
"Evidentemente, no voy a hacer una carrera de diez años más, quizás porque ni tan siquiera llegue a esto", asume en una charla con Efe el artista, que el próximo diciembre cumplirá 75 años.
SIN FECHA PARA JUBILARSE
Asegura que este concierto benéfico con el que se despide del público de la Ópera de Viena no significa que no vaya a seguir cantando en "cualquier otro lugar de Austria o del mundo", sobre todo para galas caritativas.
"Pero, evidentemente, se va acercando. En diciembre serán tres cuartos de siglo, lógicamente, empieza a ser un poco evidente", dice sobre esa eventual retirada de los escenarios.
Aunque Carreras no tenga fecha para la jubilación, sí tiene claro el sitio donde le gustaría despedirse definitivamente del público.
PERO EN BARCELONA
"Espero que en el Liceu o en el Palau de la Música. Yo tendría mucha ilusión de poder hacer un concierto de despedida final en Barcelona", afirma.
"Pero, por ahora no hay nada previsto", matiza.
Más allá de que se acerque su jubilación como cantante, el artista mantiene todo su entusiasmo sobre la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, un proyecto que considera incluso "más importante a nivel humano" que su carrera artística.
Su objetivo: que la leucemia sea una enfermedad curable en todos los casos.
"Está mal que lo diga, pero creo que estamos haciendo un trabajo muy bueno", dice Carreras, quien recuerda que la "avalancha de afecto" que él sintió cuando sufrió la enfermedad le decidió a "intentar al menos pagar esta deuda que tenía" con la sociedad y con la ciencia.
47 AÑOS EN VIENA
Con el recital del martes, Carreras cierra una relación con la Ópera de Viena que comenzó en 1974 con el Rigoletto, durante la que ha participado en 22 óperas distintas.
Entre las 144 veces que el cantante barcelonés se ha subido a este escenario, aún se recuerda el apoteósico recital que dio en 1988 tras haber superado l leucemia.
"Siempre he sentido el calor, el entusiasmo y el respecto del público vienés. Estoy muy contento y emocionado de hacer esta velada con CAPE 10", señaló Carreras sobre la fundación austríaca de ayuda a personas necesitadas, especialmente niños con necesidad de tratamiento médico.
Los ingresos del recital, para el que hace tiempo se han vendido ya todas las localidades, serán destinados a esta "maravillosa" iniciativa, como la definió hoy Carreras en un encuentro con los medios.
"Me emociona que la Ópera me haya dado la oportunidad con este concierto de despedirme del público vienés", declara el cantante.
Carreras afirmó estar "muy nervioso" ante un recital que calificó de "desafío".
"Tengo que intentar dar un concierto a la audiencia para que no se arrepientan de que se sea mi despedida", afirmó con humor sobre este último concierto en la Ópera de Viena que el cantante catalán señaló supone un momento "triste" pero también un "privilegio".
En el recital, Carreras estará acompañado de la mezzosoprano letona Elina Garanca y el pianista italiano Lorenzo Bavaj.
Por Antonio Sánchez Solís