Montevideo, 10 oct (EFE).- "Embelesada". Así dijo sentirse la poeta uruguaya Ida Vitale en 2019, cuando, tras recibir el Premio Cervantes de manos de los reyes de España, viajó a un pequeño pueblo castellano llamado Juzbado, de solo 200 habitantes, al que ahora, según pudo saber Efe, regresa.
"Es la primera vez que me he metido en España, en la que he podido salir de las capitales. Y estoy totalmente embelesada por esta maravilla", dijo aquel 27 de abril, solo cuatro días después de recibir en Alcalá de Henares, la patria chica de Miguel de Cervantes, el galardón más importante de las letras en español.
Ahora, esa localidad vuelve a estar incluida en una pequeña gira de Ida Vitale, según explicó a Efe Amparo Rama, hija de la poeta y de su primer esposo, el también escritor Ángel Rama, que llevará a cabo este mes.
La autora de "Cada uno en su noche o "La luz de esta memoria" estará "leyendo poesía" el 19 de octubre en Alcalá de Henares (Madrid), la misma población que el 23 de abril de 2019 sirvió de escenario para el momento más importante de su carrera literaria.
Vitale, que cumplirá 98 años el próximo 2 de noviembre, viajará posteriormente a Granada, donde ya recibió en 2017 el Premio de Poesía Ciudad de Granada-Federico García Lorca, a Juzbado y a Barcelona.
En la Ciudad Condal, la representante de la Generación del 45 y de la poesía esencialista participará en un acto en la sede de la Casa de América en Cataluña, según la misma fuente.
El pasado 23 de septiembre, Vitale participó en la presentación en Montevideo de su último libro, "Tiempo sin claves" (Estuario Editora), un poemario en el que no faltan los versos inspirados en viajes, lecturas, plantas y animales, ni el dolor por la ausencia de su segundo esposo, Enrique Fierro, fallecido en 2016.
En ese evento, celebrado en el Museo Nacional de Artes Visuales, la poeta dijo a Efe estar "contenta" y en sintonía con la tranquilidad que nota en Uruguay, país al que regresó tras el fallecimiento de Fierro, con quien residía en Austin (Estados Unidos) desde 1989.
Haciendo gala de su elegancia y de su fino sentido del humor, la poeta, crítica, ensayista y traductora afirmó durante la presentación: "Espero que no sea el último (libro que publico)".
Esta obra, integrada por 61 poemas, fue lanzado en julio pero hasta septiembre no pudo presentarse por las limitaciones a los actos públicos motivadas por la pandemia de la covid-19.
La autora también estuvo presente ayer, sábado, en el Museo Juan Zorrilla de San Martín, en Montevideo, donde leyó algunos de sus poemas y estuvo acompañada por decenas de personas -muchos jóvenes- que la aplaudieron con admiración.
Con su habitual calidez, Vitale agradeció a todos quienes se hicieron tiempo para escucharla, pese al frío de la noche, y se detuvo a firmar cada uno de los libros que le pidieron con una dedicatoria especial a cada persona que se acercaba.
En aquel 2019, que ahora parece lejanisimo por la pandemia que atacó al mundo entero, Vitale derrochó simpatía con los vecinos de Juzbado, a los que llegó a decir: "No puedo perderme estar aquí" o "envidia por vivir acá".
Ahora, la energía de esta mujer menuda, de ojos cargados de vida y de una sencillez uruguaya llevada al extremo permitirá su regreso a España, país a cuyas letras siempre ha declarado su amor y al que ahora regresa esperando sentirse "embelesada" otra vez.
Concepción M. Moreno