El flan casero –que por ejemplo en Venezuela se conoce como quesillo– es un postre delicioso y fácil de preparar en la comodidad del hogar. Se hace mezclando leche condensada, evaporada, huevos enteros y vainilla.
Esta es la receta tradicional, pero hay variaciones. Se le puede agregar un yogur de sabor favorito, una barra de queso crema, frutas o polvo de chocolate.
La forma básica nace en la antigua Roma, justo cuando se empezaron a domesticar las aves y a utilizar sus huevos.
“Es tan antigua, que aparece en el libro ‘Dvlcia domestica et melcae de Apicius’ y en la obra del obispo poeta Fortunatus”.
La historia también comparte que los romanos copiaron la fórmula griega de mezclar huevos, leche y miel, “creando una receta llamada ‘Tyropatinam’ que se cocinaba a fuego lento para cuajar los huevos y luego se servía espolvoreado con pimienta”.
En Francia y España, según las recopilaciones, la versión dulce del “flado” comenzó a servirse como postre, invertido y con una salsa de caramelo en vez de pimienta, pasando a llamarse “flan” o “crème renversée au caramel” en el pueblo galo.
Luego llegó a América tras la conquista española, siendo hoy en día uno de los dulces más populares del mundo.
Durante este Mes de la Herencia Hispana, aquí en La Mega Nota-Digital, espere algunas recetas de flan con el sabor auténtico de América Latina.
Imagen: (FPK, generada por inteligencia artificial)