Ciudad de Guatemala, 12 oct (EFE).- Cientos de guatemaltecos, principalmente indígenas, campesinos y activistas, marcharon este martes en las principales avenidas de la Ciudad de Guatemala para protestar en contra del racismo y por la dignidad indígena, negra y popular.
La convocatoria fue realizada por diversas organizaciones sociales, encabezadas por el colectivo Asamblea Social y Popular, para protestar en contra de la conmemoración de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano el 12 de octubre 1492 y que en España se denomina como "Día de la Hispanidad".
En Guatemala y otros países de la región, sin embargo, las organizaciones indígenas y campesinas han renombrado la fecha como "Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular", para clamar en contra "de la invasión europea" e incluso de una "falsa independencia de la corona española (hace 200 años)", como indicó el grupo organizador.
La manifestación avanzó desde el Obelisco, al sur de la capital, sobre la Avenida de la Reforma hacia el centro histórico capitalino. En su trayecto, la protesta incluyó pintas y daños a algunos monumentos, como al del propio Colón, al que ataron una cuerda pero no consiguieron tirar.
A la estatua que sí descabezaron fue la del general liberal José María Reina Barrios, quien presidió Guatemala de 1892 a 1898 y a quien se le atribuye una desigualdad acelerada, tintes dictatoriales, así como una modernización del país centroamericano, la construcción de puertos y ferrocarriles y la propia avenida de la Reforma, donde este martes fue pintada de rojo y derribada su escultura.
La Policía Nacional Civil informó que, cinco horas después de que la cabeza del monumento a Reina Barrios tocara tierra, capturó a dos supuestos responsables de haber dañado a las estatuas, luego de que la Municipalidad de Guatemala denunciara penalmente por "los actos de vandalismo y daños irreparables" ante la Fiscalía.
EN CONTRA DEL RACISMO
La protesta continuó su rumbo e incluso entidades humanitarias como Festivales Solidarios aseveró en un pronunciamiento que "529 años después de la invasión europea en Abya Yala, el saqueo y colonialismo sigue".
La líder maya k'iche, gestora cultural y periodista comunitaria Andrea Ixchíu, aseguró también que la mera existencia de los pueblos indígenas "es resistencia", pues llevan "529 años sembrando futuros a pesar de la violencia colonial, genocida y ecocida".
"Nuestros sueños no los han podido colonizar, nuestra acción es nuestro discurso", afirmó.
La bandera de los cuatro pueblos de Guatemala (maya, xinka, garífuna y ladino), de colores rojo, amarillo, negro y blanco y diferente a la celeste y blanca oficial del Gobierno, ondeó durante todo el trayecto, y se convirtió también en una capa usada por varias de las mujeres que engrosaron las filas de la manifestación.
"En este nuevo aniversario de lucha y resistencia, que se desarrolla en medio de una pandemia mundial, en la que los pueblos originarios somos los más afectados debido a la pésima y catastrófica gestión del Gobierno de Alejandro Giammattei, se ha sumado el agravamiento del hambre, la pobreza, el abandono, la exclusión y el racismo estructural del Estado guatemalteco", aseguró, además, la Convergencia Nacional Maya Waqiob'Kej en un comunicado.
Los actos conmemorativos por el bicentenario de la independencia de la Corona Española del pasado 15 de septiembre fueron cancelados por parte del Gobierno de Giammattei, debido a que el país centroamericano vive la tercera ola del coronavirus desde junio.
La ausencia de actividades oficiales no evitó que miles de campesinos se manifestaran ese día en al menos 11 departamentos de los 22 que hay en el país, incluida la capital, donde se llevó a cabo una ceremonia maya y se izó una bandera de los pueblos originarios de Guatemala, como la que se lució este día en la Avenida Reforma.
Según organismos internacionales, el 59 % de los más de 16,3 millones de guatemaltecos viven bajo el umbral de la pobreza, la mayoría indígenas, y casi el 50 % de los niños nacidos en el país centroamericano padecen de desnutrición.
Cerca de la mitad de la población del país pertenece a los pueblos mayas, garífunas, xinkas y afrodescendientes.