Mérida (España), 25 sep (EFE).- Aunque llegaba rodeado de cierta polémica, la que últimamente envuelve las actuaciones de Plácido Domingo, los más de 2.000 espectadores que esta noche han acudido al Teatro Romano de Mérida, oeste, se han rendido al tenor español, al que han recibido y despedido con una gran ovación y puestos en pie, en una gran noche lírica.
Acompañado por la soprano Adela Zaharia, que sustituía a Ana María Martínez por enfermedad, el tenor Xabier Anduaga y la Orquesta Filarmónica de España, dirigida por Josep Caballé Doménech, Plácido Domingo ha ofrecido, treinta años después, un concierto en la capital extremeña, con un programa con clásicos de la ópera y de la zarzuela.
Antes del concierto medio centenar de personas convocadas por la Plataforma de Mujeres 8M de Mérida, se habían concentrado a la entrada del Teatro Romano para exigir su cancelación y protestar contra la financiación pública del mismo, por entender que de este modo se da una imagen de tolerancia a la violencia contra las mujeres.
Sin embargo, sobre las piedras del recinto emeritense la entrega al artista ha sido total, a la que el tenor ha respondido emocionado y con gestos de cariño hacia el "entusiasta público", como les ha calificado, y a los que no ha dudado en "regalar" unos pases de baile con Adela Zaharia en una de sus interpretaciones finales.
En la gala sonaron arias de óperas con un repertorio muy variado, unas veces interpretados en solitario por Xabier Anduaga, Adela Zaharia y Plácido Domingo, y otras en dueto entre éste y los otros dos, así como piezas a cargo de la Orquesta Filarmónica de España, que sustituyó a la Orquesta de Extremadura, tras la negativa de la Junta de Extremadura a autorizar la misma.
Tras una hora de ópera, la segunda parte de la velada continuó con temas de zarzuelas como Maravilla, Doña Francisquita o La del soto del Parral, el preludio de El Bateo de Chueca y el intermedio de La boda de Luis Alonso de Giménez.
En el repertorio de esta noche y estando en Extremadura, no podía faltar "En mi tierra extremeña", de la popular zarzuela Luisa Fernanda, que Plácido Domingo interpretó acompañado por la soprano y que el público agradeció con una sonora ovación.
Al terminar el concierto, Plácido Domingo recibió, como es habitual, la STONE M, con la que cada año se distingue a los artistas que pasan por este festival y que, en esta ocasión fue Carlos Lobo, director del certamen, el responsable de hacerle entrega.