Desde pequeña escuchaba como mi abuela recomendaba a las nuevas mamás que “sacaran a los recién nacidos al sol, preferiblemente en esas primeras horas del día”. También decía que era bueno aprovechar esos rayos de la mañana porque era algo esencial para el cuerpo, pero creo que realmente nunca supo el tipo de vitamina.
Fue algo que aprendió de sus ancestros, lo puso en práctica con sus hijos y me lo advirtió cuando me convertí en madre.
Si usted es de esas personas que se emociona con el sol y disfruta un bronceado hasta rociándose con jugo de zanahoria o soda Coca-Cola, entonces es el momento que preste atención a este tema porque, aunque el sol es fuente de vitamina D, también sus rayos ultravioleta son altamente peligrosos para la piel.
En el artículo “Los beneficios de tomar sol para el corazón, el ánimo y el sistema inmune”, escrito por Michael Mosley para BBC.com en febrero de 2022, se explica como la luz solar puede “mejorar nuestro estado de ánimo, disminuir la presión arterial, fortalecer nuestros huesos, músculos e incluso nuestro sistema inmunológico”, asegurando que “una breve exposición es suficiente para cosechar todos estos beneficios”.
Si bien es cierto que se logra obtener vitamina D de ciertos alimentos, como huevos, leche y pescados grasos (salmón, por ejemplo) –destaca Mosley– “es muy difícil conseguir la cantidad adecuada solamente con la dieta, pero afortunadamente, es posible obtener nuestra dosis diaria al aire libre y gratis”.
Siempre se habla del protector solar contra los rayos ultravioleta, sin embargo, a veces se nos olvida mencionar la importancia del consumo de agua, otro elemento natural fundamental.
En el verano la piel sufre más no solo por el sol y el calor sofocante, sino también por la deshidratación. Beber agua ayuda a conservar la elasticidad de la piel, evitando que se reseque y muestre una apariencia “sin vida”.
Mi abuela siempre comparaba la piel con sus plantas, pues sin agua se marchitaban. Así crecí sabiendo que al rostro hay que darle dosis diarias de crema humectante y tomar entre 8–10 vasos del preciado líquido al día.
Citada por la revista médica Healthline, la Skin Cancer Foundation advierte que “el uso diario de un protector solar SPF 15 puede reducir el riesgo de una persona a desarrollar melanoma en un 50%, carcinoma de células escamosas (SCC) en aproximadamente un 40% y también protege su piel contra el envejecimiento prematuro”.
¿Cómo debe ser el protector solar?
Siempre asegúrese que ese grado de SPF sea al menos de 30, indicando “amplio espectro” contra rayos UVA/UVB y, además, que funcione en los labios.
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*El cuidado de la piel durante el verano exige hidratación, uso de protección solar, así como sombreros y anteojos. (FPK)