Ciudad del Vaticano, 9 oct (EFE).- El papa Francisco pidió hoy ante el Sínodo de Obispos, que abrirá su reunión mañana, crear una Iglesia "próxima" a la sociedad en la que participen todos sus fieles, también las mujeres, "aún a menudo al margen", reconoció.
"Escuchar a los hermanos y hermanas sobre las esperanzas y las crisis de la fe en las distintas partes del mundo, sobre la urgencia de la renovación de la vida pastoral, sobre las señales que provienen de realidades locales... Tenemos la oportunidad de convertirnos en una Iglesia de la cercanía", dijo el pontífice.
Francisco intervino así en una jornada de reflexión antes de que comience mañana el Sínodo de Obispos, dedicado este año a la "sinodalidad" y en el que participan los pastores de todo el mundo, fieles, miembros de la Curia Romana, movimientos laicos y jóvenes.
El pontífice cree que la Iglesia debe tener actitud de "compasión y ternura" hacia la sociedad y establecer "mayores vínculos de amistad" con la misma: "Una Iglesia que no se separa de la vida, sino que se hace cargo de la fragilidad y de la pobreza de nuestro tiempo, curando las heridas", recomendó.
El papa aseguró que "todos están llamados a participar en la vida de la Iglesia y en su misión" pues de lo contrario, si no se integra a todos los fieles, "los discursos sobre la comunión corren el riesgo de quedarse en pías intenciones".
"En este sentido hemos dado pasos adelante pero aún cuesta un poco y nos vemos obligados a registrar el malestar y sufrimiento de muchos operadores pastorales, de organismos de participación de las diócesis y parroquias y de las mujeres que aún a menudo están al margen", advirtió.
"Participar todos: es un compromiso eclesial irrenunciable", subrayó.
Para esto se ha convocado al Sínodo, que, dijo, no debe sucumbir al "intelectualismo" y a la "abstracción", no debe limitarse a ser "una especie de grupo de estudio con discursos cultos y abstractos sobre los problemas de la Iglesia y el mundo".
Francisco por último instó a no caer en la "tentación del inmovilismo", pidiendo a los pastores y fieles evitar frases como "se ha hecho siempre así".
"Esta frase es un veneno para la vida de la Iglesia (...) Quien se mueve en este horizonte, también sin darse cuenta, cae en el error de no tomarse en serio el tiempo que vivimos", avisó.
"Venga el Espíritu Santo. Tú que suscitas nuevas lenguas y pones en los labios palabras de vida, sálvanos de convertirnos en una Iglesia de museo, bella pero muda, con mucho pasado y poco futuro", rezó para terminar su intervención, entre aplausos.