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Salud

EL DR. DIEGO LE CUENTA: Ser latino, un alarmante factor de riesgo

por Dr. Diego Chaves-Gnecco, MD, MPH, FAAP (diego.chaves-gnecco@chp.edu)


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El ser latino durante la pandemia de COVID-19 demuestra un factor de riesgo. 

Los latinos tenemos mayor probabilidad de contraer la infección de COVID-19 al igual que aumenta el riego de terminar hospitalizados por esta enfermedad.

De igual manera, la mortalidad es mayor en nuestras comunidades.

El riesgo aumentado de infección, hospitalización y mortalidad por COVID-19 en los latinos más que por razones genéticas o biológicas, se debe a determinantes sociales y a las características de los trabajos esenciales que con mayor frecuencia desempeñamos en áreas de la salud, servicios, transporte e industria alimenticia, entre otros. 

Estas responsabilidades laborales incrementan el riesgo de contacto social. 

Muchos miembros de nuestras comunidades no son elegibles para los beneficios financieros del gobierno como los seguros de desempleo o los programas de estímulo económico durante la pandemia. 

Muchas familias en nuestras comunidades viven en hogares de tamaños reducidos, dificultando el aislamiento en caso de infección y el distanciamiento físico.

El hecho de saber que tenemos un mayor riesgo de contraer la infección por COVID-19 debe ser entendido como un elemento de lucha contra la pandemia. 

Se requieren estrategias para mitigar y desacelerar la propagación del virus en nuestras comunidades. 

Desde la implementación de programas sociales enfocados a ayudas de empleo, hasta la distribución y el uso de equipos personales de protección como mascarillas, tapabocas y guantes, así como el aumento de prácticas personales y sociales que nos protejan contra el virus. 

Lo cierto es que la mejor forma de evitar que los casos sigan aumentando, de protegernos individualmente y de proteger a nuestras familias y a nuestras comunidades, es seguir las recomendaciones que hemos estado enfatizando –y ojalá practicando– durante los últimos meses.

Asegurémonos de seguir las siguientes recomendaciones:

-Lavémonos las manos vigorosamente por al menos 30 segundos con jabón, varias veces al día. Si no hay jabón o agua disponible utilice desinfectante de manos con alcohol de un porcentaje mayor al 60%. 

-Usemos mascarillas que cubran la boca y la nariz, especialmente en lugares cerrados, e incluso cuando estemos al aire libre, si no tenemos la forma de mantener el distanciamiento físico, de al menos seis pies (dos metros) entre dos personas.

-Evitemos darnos las manos, abrazarnos y saludarnos de beso si es con personas que no viven bajo el mismo techo.

-Reportemos síntomas nuevos. 

Si no nos sentimos bien de salud, si tenemos fiebre o tos, llamemos al médico y sigamos sus indicaciones.

Otras estrategias a seguir y de “vital” importancia es el continuar identificando las comunidades y poblaciones de alto riesgo a través de los exámenes diagnósticos de COVID-19. 

Las autoridades locales de salud están ofreciendo pruebas de COVID-19 gratis a través de los centros de salud calificados por el gobierno federal. 

Si usted o alguien de su familia presenta síntomas de COVID-19 como tos, fiebre, dificultad respiratoria, dolor de garganta, congestión nasal o pérdida del gusto u olfato, asegúrese de consultar con un médico y de hacerse la prueba. 

Igualmente es muy importante que al momento del examen, nos cercioremos de que nuestra etnicidad como latinos ha sido verificada. 

Si no nos cuentan, corremos el riesgo de permanecer invisibles durante la pandemia.

Finalmente, la crisis de salud también está dejando otro tipo de pérdidas y estragos. 

La situación económica de muchas familias es bastante difícil. 

La angustia y la preocupación bien sea por la pérdida de seres queridos o por las dificultades económicas ha dejado en muchos problemas de ansiedad y depresión. 

Nuestros niños se han visto afectados por la interrupción de sus escuelas y muchos de sus planes al igual que los de nuestras familias se han frustrado.

 Por la situación, ha habido mayor riesgo de abuso infantil, violencia doméstica, y muchos otros problemas. 

A pesar de lo difícil de las circunstancias, nunca es aceptable el maltrato de niños ni adultos. 

Si usted sabe de alguien que es víctima de violencia doméstica o tiene problemas, por favor llame a los siguientes números; todos tienen atención en español:

-The Women's Center y Shelter of Pittsburgh: (412) 687-8005, opción 3, para violencia doméstica.

-PAAR (Pittsburgh Action Against Rape): 1-866-363-7273, opción 4 (1866-END- RAPE, opción 4) para violencia o abuso sexual.

-Resolve Crisis: 1-888-796-8226 (1-888-7-YOU-CAN) para estrés y/o dificultades emocionales.

Recuerde, “no estamos solos. De esta salimos todos juntos”.



 
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