Manila, 28 mar (EFE).- Estados Unidos y Filipinas inauguraron este lunes en Manila sus mayores ejercicios militares conjuntos anuales, con casi 9.000 soldados, con el objetivo de reforzar "la paz y la estabilidad en el Indopacífico" en aguas cercanas a Taiwán y a islas reclamadas por China.
El general Jay Bargeron, responsable estadounidense de los ejercicios, destacó durante el acto celebrado en Campo Aguinaldo, la sede de las Fuerzas Armadas de Filipinas, que el entrenamiento conjunto, que concluye el 8 de abril, también servirá para fortalecer el acuerdo militar de defensa mutua entre ambos países y promover la ayuda humanitaria coordinada en el archipiélago.
Por su parte, el general Charlton Gaerlan, director filipino de las maniobras, alabó la estrecha amistad que une a los dos ejércitos, y señaló que este año las maniobras en las que participan 5.100 soldados estadounidenses y 3.800 filipinos, consistirán tanto en simulaciones militares como en entrenamientos con munición real en el norte y centro del archipiélago.
Se trata, según la Embajada estadounidense en Manila, de las mayores maniobras conjuntas de la historia, después de que fueran cancelados hace dos años por la pandemia de covid-19 y reducidos a unos pocos cientos de efectivos en 2021.
Esta trigésimo séptima edición tuvo como trasfondo la sacudida geopolítica que ha supuesto la invasión rusa de Ucrania, y el anuncio realizado el mes pasado por el Gobierno filipino de que apoyaba que EE. UU. usara las antiguas bases norteamericanas en el archipiélago en caso de que la guerra de Ucrania se extiendese a Asia.
Los portavoces de ambos ejércitos evitaron comentar si la mayor presencia de tropas guardaba relación con la inestabilidad geopolítica acutal, y solo incidieron en la colaboración mutua en la lucha contra el terrorismo, la respuesta a los desastres naturales y la asistencia humanitaria en catástrofes naturales.
Por otro lado, Balikatan 2022 se ha celebrado en otro momento de relativa tensión en el mar de China Meridional, territorio donde Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman total o parcialmente las Spratly, un archipiélago de unos 100 arrecifes e islotes, la mayoría despoblados pero ricos en gas, petróleo y caladeros de pesca.