Durante la temporada de frío no hay nada más placentero que llevar un abrigo calientito, guantes, bufanda y disfrutar un té caliente con leche y especias.
Aunque muchos prefieren el chocolate o el café, el té tiene propiedades que lo convierten en la elección favorita de quienes llevan un estilo de vida más saludable.
Pero ¿conoce usted todos los beneficios que aporta esta bebida ancestral, independientemente del sabor que prefiera?
De acuerdo a la nutricionista y dietista Natalie Butler, en el Reino Unido aproximadamente 75 millones de tazas de té se consumen diariamente y en el mundo entero la cifra estimada sobrepasa los tres billones.
En un artículo publicado en el sitio web mindbodygreen.com, Butler destaca que la popularidad del té no se debe a su agradable sabor, ya que “durante siglos lo han bebido por sus beneficios terapéuticos, que ahora han sido fuertemente estudiados”.
También explica algunas razones generales que la ciencia respalda y describe por qué es bueno tomar más té:
-Sirve para mantener el cuerpo hidratado.
-Regula el metabolismo, puede ayudar a reducir la grasa.
-Tiene propiedades antiinflamatorias.
-Puede mejorar la sensibilidad a la insulina.
-Ayuda a mantener una memoria saludable.
Durante los meses de invierno, por estar más encerrados, estamos expuestos a enfermedades respiratorias comunes provocadas por virus y bacterias.
El té, en algunas de sus variaciones, contiene antioxidantes que pueden proteger de esas situaciones desagradables del invierno, además de brindar otros beneficios para la mente y el cuerpo.
Los antioxidantes son esenciales para la regeneración celular y evitar los efectos del envejecimiento, incluidas afecciones como enfermedades cardíacas, cáncer y posiblemente hasta el Alzheimer.
Muchas publicaciones coinciden en que no es un elixir milagroso “pero puede ayudar a fortalecer las defensas del cuerpo contra los estragos del tiempo”.
¿Cuál es la diferencia entre el té y el café?
Aunque el té tiene algo de cafeína, no es tanto como el café.
Algunos expertos refieren que “si bien puede ser un estimulante suave y darle una pequeña sacudida de energía y alerta mental, no lo pondrá tan nervioso como lo haría demasiado café”.
Entonces, tampoco es tan probable que le mantenga despierto toda la noche; sin embargo, debe elegir las opciones descafeinadas, o las naturales hechas en casa, si quiere tomarse una taza justo antes de acostarse.
Ya hablando sobre los distintos tipos de té se pueden describir los beneficios específicos.
El té verde, por ejemplo, puede aumentar la densidad ósea y fortalecer los huesos.
El blanco y verde, que son menos procesados, dicen que tienen propiedades aún mayores para combatir el cáncer.
Las infusiones de hierbas no son en realidad tés, pero pueden tener una variedad de beneficios propios para la salud, como aliviar el malestar estomacal, ayudarlo a conciliar el sueño o aliviar el estreñimiento.
De ahí se derivan los antiguos remedios caseros –completamente naturales– de nuestras abuelitas como tomarse un té caliente de rajas de canela para los molestos cólicos menstruales, uno de hojas de tilo o manzanilla para dormir bien, hierbabuena o menta para aliviar el estómago o jengibre-limón con miel para el resfriado.
