La esposa de Luis Asencio Cordero, Sandra Muñoz, una abogada de derechos civiles estadounidense, ha iniciado una disputa legal tras la negación de la residencia permanente de su esposo, aparentemente debido a sus tatuajes. Esta controversia ha generado debate sobre las decisiones consulares en Estados Unidos, consideradas por Muñoz como injustas y discriminatorias.
Luis Asencio Cordero, de 46 años y originario de El Salvador, ha vivido en Estados Unidos desde 2005 hasta 2015. Se casó con Sandra Muñoz en 2010 y tienen una hija ciudadana estadounidense. Sin antecedentes penales, Asencio Cordero fue rechazado en su solicitud de residencia tras una entrevista en el consulado, donde se le asoció erróneamente con la pandilla MS-13 debido a sus tatuajes, que incluyen símbolos no relacionados con actividades criminales.
El caso ha llegado a la Corte Suprema, donde Muñoz argumenta que se está violando su derecho fundamental al mantener separada a su familia. La audiencia, celebrada la semana pasada, marca un hito en la lucha contra decisiones discrecionales de oficiales consulares que afectan a otros solicitantes de residencia. La decisión de la Corte Suprema será crucial no solo para la familia de Asencio Cordero, sino también para otros casos similares en el futuro.