La Habana, 14 oct (EFE).- Cuba aspira a un crecimiento "moderado" del 2,2 % en 2021 para dar paso luego a una etapa de recuperación "gradual" de la economía, tras el desplome del 11 % del producto interior bruto (PIB) registrado en 2020, afirmó este jueves el ministro de Economía, Alejandro Gil.
El también viceprimer ministro aseguró en una conferencia de prensa que la situación sigue siendo "compleja" debido al impacto negativo de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos y el aumento de la inflación.
La proyección ofrecida hoy contrasta con la de mayo de este año, cuando se pensaba crecer un 6 % después de la caída del PIB de 2020.
Todos los indicadores económicos de Cuba provienen del Estado cubano, no se auditan en el exterior y son difíciles de contrastar, ya que no forma parte de organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el también titular de Economía y Planificación, la fase de "recuperación gradual" estará enfocada en controlar la inflación, sostener el sistema electroenergético nacional para minimizar el impacto de los apagones y mantener la atención a las personas vulnerables.
La inflación y devaluación del peso cubano (CUP) se dispararon en enero de este año con la puesta en marcha de la "Tarea Ordenamiento", una reforma económica que incluyó la unificación monetaria y cambiaria, el incremento de los precios, salarios y la reducción de subsidios.
Al respecto, Gil admitió hoy que no existe un dato oficial sobre la inflación, pero mencionó como medidas para controlarla la exención de impuestos a las formas de gestión no estatal y a las exportaciones de alimentos y medicinas.
El ministro refirió que la clave para eliminar el incremento de los precios y aumentar el valor de la moneda local es incrementar la oferta, una cuestión que todavía no se ha resuelto.
Comentó al respecto que la entrada de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) como uno de los actores económicos reconocidos por el Estado permitirá desarrollar ofertas para suplir algunas necesidades, aunque "no resuelve el problema".
Cuba atraviesa una fuerte crisis económica reflejada en la escasez de productos básicos y alimentos, la mayoría concentrados en tiendas de pago exclusivo en divisas extranjeras, pese a que la mayoría de la población cobra sus salarios en pesos cubanos.
A ello, se suman factores como el impago a sus acreedores internacionales, mientras el Gobierno acusa a EE.UU. de haber aprovechado la pandemia de la covid-19 para aumentar la presión.
Según el Gobierno, esa estrategia provocó al país en el último año pérdidas récord de 9.157 millones de dólares, la cifra más alta denunciada desde que se impusieron las sanciones estadounidenses hace casi seis décadas.