La Paz, 4 oct (EFE).- Los productores bolivianos de hoja de coca contrarios a un dirigente que señalan como afín al Gobierno de Luis Arce retomaron este lunes su sede y el mercado legal para la venta de la planta en La Paz tras una nueva refriega con la Policía.
Tras reunirse previamente en el barrio de Villa El Carmen, miles de cocaleros marcharon hacia la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, en la vecina Villa Fátima.
Como en días pasados, la marcha se topó con las barreras de policías antidisturbios que hasta hoy les habían impedido ingresar a la sede de Adepcoca, donde también funciona el mercado para la venta legal de coca.
En esta ocasión los cocaleros eran miles y pudieron avanzar lanzando piedras y con detonaciones de pequeñas cargas de dinamita, mientras que los agentes lanzaron gases lacrimógenos, pero terminaron retrocediendo junto con la facción de productores al mando de Arnold Alanez, reconocido por el Gobierno nacional.
Los movilizados bajo la convocatoria del denominado Comité de Autodefensa lograron de esta forma ingresar al mercado al grito de "sí se pudo", emocionados algunos hasta las lágrimas.
Pese a la lluvia que comenzó a caer pasado el mediodía, algunos cocaleros se pusieron a bailar para festejar la retoma de su sede al ritmo de una banda de música autóctona que acompañó su marcha, mientras que otros denunciaron la desaparición de equipos informáticos y coca que tenían almacenada en el mercado.
En una declaración a los medios, un representante del comité calificó de "histórico" este día. "El productor de la hoja de coca ha recuperado su casa", pese a que "el Gobierno nos ha querido imponer" a un dirigente "y nos ha querido quitar" la sede, dijo.
"Queremos decirle al Gobierno que no se entrometa en una institución privada. Esta institución es de los productores de hoja de coca de las tres provincias paceñas", manifestó.
Los cocaleros permanecerán en vigilia y esperan convocar a una nueva elección de su dirigencia.
LOS ANTECEDENTES
Las pugnas por la dirigencia de Adepcoca se remontan a 2019.
El problema reciente se originó en una disputa entre dos sectores de cocaleros identificados como afines al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y un tercero del dirigente crítico al Gobierno Armin Lluta por la presidencia de Adepcoca.
El 20 de septiembre el dirigente Arnold Alanez se proclamó como principal dirigente de Adepcoca tras unas cuestionadas elecciones y pese al rechazo de las facciones lideradas por Lluta y Fernando Calle.
Alanez tomó control de la sede y el mercado un día después con apoyo de la Policía y ha negado tener aval gubernamental, si bien el 21 de septiembre dos ministros reconocieron su dirigencia y le expresaron su apoyo públicamente.
Estos respaldos gubernamentales generaron el rechazo de los sectores cocaleros críticos con ese dirigente que aseguran que el Ejecutivo debería mantenerse al margen de un asunto de una institución privada.
Alanez dijo al canal estatal que detrás de la retoma de Adepcoca hubo una supuesta "injerencia política" y financiación de sectores opositores al Gobierno nacional.
El mercado de Adepcoca en La Paz y el de Sacaba en Cochabamba son los dos únicos reconocidos por una ley que rige el comercio de la hoja de coca, que en Bolivia tiene usos tradicionales y medicinales, pero una parte también se desvía al narcotráfico para la producción de cocaína.