Tegucigalpa, 8 abr (EFE).- Decenas de campesinos de Honduras ocupan este viernes los templos católicos de las principales ciudades del país, tras dos años de ausencia por la pandemia, con mazos de palma para vender en la víspera del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa.
En Tegucigalpa, la capital del país, la mayor concentración de campesinos con los ramos se registra en el atrio de la Catedral metropolitana, según constató Efe
La mayoría de los campesinos, entre ellos mujeres -algunas embarazadas-, hombres y niños, que llegan a Tegucigalpa, proceden de comunidades cercanas como Reitoca, Alubarén, Curarén y Sabanagrande, entre otros.
"Hace dos años no venimos por la pandemia, pero este nos movimos por la gran necesidad, no tenemos comida, no hay cosechas, venimos a hacer la fuerza a la fe de Dios de vender estos ramos para después llevar alimentos", dijo a Efe María Sierra.
La campesina indicó que procede del municipio de Sabanagrande, al sur del departamento de Francisco Morazán, que hoy y mañana dormirá en el atrio de la catedral y regresará a su comunidad el domingo, después de la misa.
"Tenemos la fe de que vamos a vender y les pedimos que nos ayuden", subrayó la campesina, quien pidió a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que les ayude enviando "comida".
VIEJA TRADICIÓN
Los creyentes católicos compran los arreglos hechos por los campesinos y los llevan para que sean bendecidos el Domingo de Ramos en la misa conmemorativa a la entrada de Jesús a Jerusalén.
La actividad de los labriegos, de los que algunos llegan con otros miembros de su familia o amistades, es una vieja tradición en el país centroamericano.
Otra vendedora, Damaris Espinoza, originaría también de Sabanagrande, comentó a Efe que es primer año que viene a la catedral, acompañada de su cuñada embarazada, a vender ramos.
“Es la primera vez que venimos (…) esperamos venderlo todo, están a buen precio” los ramos, señaló Espinoza, quien afirmó que las ventas de los arreglos han “estado buenas”.
Espinoza coincidió con Sierra en la urgencia de crear puestos de trabajo en el país, principalmente en el área rural, donde los cultivos de subsistencia se han perdido por la falta de lluvia.
Los ramos y otras figuras como cruces son elaborados de una palma conocida como "coyol", y los campesinos las ofrecen a 10 lempiras (41 centavos de dólar).
Algunos de los campesinos llegan a las ciudades provistos de alimentos, agua y sábanas para abastecerse durante su estancia de hasta tres días, mientras otros esperan que el Gobierno les envíe comida.
ALFOMBRAS DE SERRÍN
La celebración de la Semana Santa este año en Honduras incluirá de nuevo la confección de hermosas alfombras con motivos cristianos a base de serrín, que adornan las principales calles por donde pasan las procesiones del Domingo de Ramos, y el Jueves y Viernes santo,
Actividades similares a la confección de alfombras en Tegucigalpa se celebrarán este en otras ciudades de Honduras, principalmente en Comayagua, ubicada en la zona central y otrora capital del país.
Según cálculos de autoridades de Turismo, alrededor de 575.000 personas se desplazarán en el país durante el descanso de la Semana Santa, que para el sector público comenzará este sábado y el próximo miércoles para la empresa privada.
Las autoridades de Turismo y de Salud han pedido a la población cumplir las medidas as medidas de bioseguridad que incluyen el uso de mascarillas, desinfección y lavado de manos permanente y distancia física, ante la afluencia de las personas durante el asueto.
El turismo es uno de los sectores más golpeados en Honduras en los últimos dos años por la pandemia y los huracanes Eta e Iota, que azotaron en noviembre de 2020.