Moscú, 5 ene (EFE).- El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, dijo hoy al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, que las relaciones bilaterales con Rusia están en un "punto bajo" por el envenenamiento y el encarcelamiento del líder opositor ruso, Alexéi Navalni.
"Nuestra relación vive ciertamente un momento difícil", señaló Borrell al inicio de su reunión con el jefe de la diplomacia rusa en la casa de protocolo del Ministerio de Exteriores de Rusia.
Acompañado por su delegación y el embajador de la UE ante Rusia, Markus Ederer, el también vicepresidente de la Comisión Europea (CE), sostuvo que los lazos bilaterales "están bajo una gran tensión y el caso Navalni es un punto bajo en nuestra relación".
"Pero estamos conectados no solo por la geografía, sino también por un amplio rango de lazos históricos, culturales y económicos", añadió Borrell, sentado frente a Lavrov.
El exministro de Exteriores español señaló no obstante que, pese a las diferencias entre la UE y Rusia, "levantar un muro del silencio no es una opción".
"Mi visita aquí, aceptando su invitación muy amable, es una manera de hablar de todo lo que importa entre nosotros. Cosas que inquietan y cosas que pueden servir para construir una relación mejor", recalcó.
"Y espero que hoy tengamos la oportunidad de abordar el nuevo panorama geopolítico que estamos enfrentando en el mundo postpandémico, a fin de tratar de buscar vías de cooperación", indicó Borrell.
Lavrov, a su vez, dijo que Rusia está "preparada para responder a cualquier pregunta" que Borrell quiere plantearle. "Intentaremos no defraudarle", indicó, al tiempo que reconoció que "el mayor problema que todos enfrentamos es la falta de normalidad en las relaciones entre Rusia y la UE; entre dos grandes actores en el espacio eurasiatico".
"Esta, desde luego, es una situación insana que no hace bien a nadie", enfatizó el ministro ruso.
Al igual que Borrell consideró, sin embargo, que "los debates esporádicos sobre uno u otro tema internacional candente o sobre preocupaciones o quejas recíprocas no pueden desde luego sustituir un enfoque global y sistémico de nuestras relaciones".
Eso sí, acusó a la UE de haber destruido "de manera unilateral" los enfoques que existían anteriormente, plasmados en los mecanismos correspondientes entre ambas partes.
Borrell no solo quiere abordar con Lavrov el caso Navalni y exigir su liberación. También quiere discutir con su interlocutor ruso otros puntos de fricción, como los conflictos en el este de Ucrania, Libia y Siria, la crisis en Bielorrusia o la represión a la oposición y los intentos de acallar las voces independientes.
Antes de reunirse con Lavrov, el jefe de la diplomacia comunitaria se reunió con miembros de la sociedad civil rusa, según adelantó en un mensaje de Twitter.
"Comencé mi visita a una nevada Moscú esta mañana intercambiando (puntos de vista) con representantes de la sociedad civil, que es aún dinámica pese al cada vez menor espacio en Rusia para voces independientes", señaló.
"La UE es y seguirá siendo el principal apoyo a los proyectos de la sociedad civil en el país", añadió.
Al mismo tiempo, Borrell busca vías de cooperación con Rusia en asuntos como el acuerdo nuclear con Irán, la pandemia del coronavirus o el cambio climático, y defiende que entablar un diálogo no significa volver al status quo, sino encontrar ámbitos de entendimiento para restablecer progresivamente la confianza, según dijo antes de viajar a Rusia.