En septiembre de 2022, mi hermana fue diagnosticada con sobrepeso. El médico le ordenó una dieta saludable de 1 200 calorías, la cual evaluarían en las siguientes visitas, además de que se tomó el tiempo para hablar sobre la importancia de hacer ejercicios.
Aunque siempre he insistido en que debe “moverse más”, por su contextura corporal, un peso no tan exagerado, sus hábitos de alimentación sana y excelentes números como resultado de los análisis de sangre, yo no la imaginaba en riesgo de sobrepeso/obesidad.
Sin embargo, el doctor confirmó que su tamaño, edad e historial de sedentarismo, le motivaban a revisar las normas, plantear recomendaciones y era urgente empezar a observar la balanza en pro de “menos libras que fueran más saludables”.
Realmente asumí ese desafío como si fuera propio y me embarqué en una aventura conjunta. Empezamos a comer sano, a tomar jugos verdes, la motivaba a “enamorarse” de las ensaladas, a comer proteínas magras, a cambiar el arroz por la quinoa y a reemplazar la avena tradicional por el salvado, además de incorporar grasas saludables como el aguacate, almendras o nueces. ¡Créanme que con esos pequeños cambios logramos los primeros resultados!
Pero a pesar de que bajó algunas libras durante ese reto de hermanas, en la siguiente cita médica, todavía se mantenía en el rango de sobrepeso y le habló de un nuevo medicamento inyectable llamado Wegovy (semaglutide) usado para la diabetes con el potencial de suprimir el apetito y ayudar en el proceso.
¿Duele autoinyectarse? ¿Cuántas libras podré bajar? ¿Cuánto cuesta? ¿Lo cubre mi seguro médico? fue parte de la interminable lista de preguntas que, en ese momento, ella le hizo al doctor.
En resumen, el especialista respondió que la aguja era tan diminuta como la hebra de un cabello, la pérdida progresiva podía variar en cada paciente con un estimado de 10–15 libras menos y que el costo de la dosis oscilaba entre $1 000–$1 500, pero se podían gestionar las opciones genéricas dependiendo de lo que aprobara el seguro, luego de toda la documentación que se debía remitir.
Después de tres semanas de espera, la farmacia a la que se envió la receta confirmó que el seguro médico había denegado el pago del tratamiento y el costo era de $1 500 por cada ampolla recetada.
Desde el 4 de junio de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó Wegovy (semaglutide) para el control del sobrepeso u obesidad crónica en adultos con al menos una afección relacionada como presión arterial, colesterol alto o diabetes tipo 2.
Cabe aclarar que la FDA recomendó su uso, pero acompañado de una dieta reducida en calorías y un aumento de la actividad física.
“Esta inyección debajo de la piel es el primer medicamento aprobado para el control crónico del peso en adultos con obesidad general o sobrepeso desde 2014. El fármaco está indicado para el control crónico del peso en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) de 27 kg/m2 o superior que tengan al menos una dolencia relacionada con el peso o en pacientes con un IMC de 30 kg/m2 o superior”, describió la FDA en un comunicado de prensa publicado el mismo día.
Debido a la popularidad de esta nueva fórmula inyectable, han surgido otras alternativas comerciales, algunas etiquetadas con los mismos componentes, pero que no han sido aprobadas tras estudios clínicos.
En este sentido, la FDA ha alertado que las personas eviten el uso de esos “compuestos” que se han creado y se venden como alternativa al inyectable original aprobado.
En junio de 2023, la FDA emitió una advertencia, después de recibir reportes contraproducentes, y en octubre pasado actualizó esas referencias en su portal electrónico:
“Un compuesto resulta del proceso de combinar, mezclar o alterar ingredientes para crear un medicamento adaptado a las necesidades de un paciente individual. La formulación magistral incluye la combinación de dos o más fármacos. Los medicamentos compuestos no están aprobados por la FDA, y la agencia no verifica la seguridad o eficacia de los medicamentos compuestos”, explica la institución.
-----------------------------
*Debido a la popularidad de esta nueva fórmula inyectable, han surgido otras alternativas comerciales, algunas etiquetadas con los mismos componentes, pero que no han sido aprobadas por la FDA tras estudios clínicos. (FPK/@wirestock)