Manila, 13 abr (EFE).- Al menos 53 personas han muerto y seis permanecen desaparecidas en Filipinas a raíz del paso de una tormenta tropical que arrasó la parte central del archipiélago, actualizaron este miércoles las autoridades.
El alcalde de la ciudad de Baybay, en la provincia oriental de Leyte, la zona más afectada,ha confirmado que una avalancha de tierra se ha cobrado la vida de al menos 47 personas en un Barangay (barrio), cifra que podría aumentar en las próximas horas debido al número de hospitalizados.
El regidor detalló al canal local CNN Filipinas que un pequeño corrimiento de tierra inicial alertó a los vecinos, algunos de los cuales consiguieron escapar, pero una avalancha muy superior sorprendió a muchos otros, además de verse afectados también miembros del equipo de emergencias.
Por su parte, el Consejo Nacional para la Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres precisó que otras 3 personas murieron en Mindanao y otras tres en Bisayas Oriental, y en total casi 35.000 personas han sido evacuadas a los centros provisionales habilitados por las autoridades.
La tormenta tropical Megi, bautizada en Filipinas como Agaton, entró el domingo por la costa este del país en dirección noroeste, causando inundaciones y corrimientos de tierra en los archipiélagos de Bisayas y Mindadao, en el centro y sur del país.
En total, más de 580.000 personas se han visto afectadas por el fenómeno, contabilizándose más de 407 inundaciones en todo el país, mientras que 63 municipios todavía no tienen electricidad.
Además de Megi, Filipinas también permanece alerta ante la cercanía del tifón Malakas, que a pesar de que no se espera que toque tierra y abandone pronto las aguas de territorio filipino podría afectar a la intensidad de Megi, según la agencia de meteorología PAGASA.
Megi es la primera gran tormenta que azota en 2022 al país, propenso a los desastres, y que registra un promedio de 20 tifones cada año.
Esta tormenta, que golpeó al país con más católicos de Asia antes de la celebración de Semana Santa, sorprendió a las autoridades, que habían declarado la alerta mínima antes de que tocara tierra.
En diciembre, el tifón Rai, el más poderoso en llegar a Filipinas el año pasado, dejó al menos 409 víctimas mortales; mientras que el tifón Haiyán, el mayor que ha tocado tierra, provocó en noviembre de 2013 unas 7.000 muertes a lo largo del archipielago.