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La incansable lucha de Malala

por Yahaira Webber (yahaira.webber@lamegamedia.com)


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Con esta dedicatoria inicia “I am Malala” (Yo soy Malala), el libro de la joven líder activista paquistaní, quien por su incansable lucha ganó el Premio Nobel de la Paz, en 2014, cuando tenía 17 años.  

Esta primera obra literaria de Yousafzai –redactada por Patricia McCormick– describe en 230 páginas “como una niña se paró firme por la educación y cambió el mundo”.

Viviendo entre amenazas del régimen Talibán, habla de cómo luchó por libertad, educación y el poder de sus sueños.

Comparte testimonios de miedo entre mensajes terroristas que advertían su muerte, pero que también le empoderaban para continuar. 

Educación

Malala nació el 12 de julio de 1997.

Hija de un maestro, creció con corazón activista y se autodefinió como defensora innata de este derecho para los niños y las mujeres.-

Después de que los talibanes comenzaron a atacar las escuelas de niñas en Swat, ella pronunció un discurso en Peshawar, Pakistán, en septiembre de 2008. 

El título fue: “¿Cómo se atrevieron los talibanes a quitarme mi derecho básico a la educación?”.

A principios de 2009, con solo 11 años, se convirtió en bloguera anónima de la BBC y reportaba sus vivencias y amenazas de los talibanes. 

Para ocultar su identidad, usó el nombre de Gul Makai. 

Atentado 

Con 15 años, un 9 de octubre de 2012, había culminado su jornada escolar y se dirigía a casa en autobús en compañía de amigos.

Un hombre enmascarado, con arma en mano, subió y exigió saber cual niña era Malala. 

Cuando sus amigos miraron hacia ella, su ubicación fue revelada. 

El pistolero le disparó en el lado izquierdo de su cabeza y la bala luego viajó por su cuello. Otras dos niñas también resultaron heridas en el ataque.

Malala quedó en estado crítico, por lo que fue trasladada a un hospital militar en Peshawar. 

Parte de su cráneo tuvo que extraerse para tratar el cerebro inflamado. 

Para recibir más atención, fue llevada a Birmingham, Inglaterra.

Aunque se necesitaron múltiples cirugías, incluida la reparación de un nervio facial que le paralizó el lado izquierdo de la cara, no sufrió daños cerebrales considerables. 

Sobreviviente

En marzo de 2013, pudo volver a la escuela en este país y empezar a recuperar su vida.

El atentado terrorista le dejó secuelas, pero nunca le arrebató sus principios de lucha. 

Sobrevivió y ha seguido hablando sobre la importancia de la educación. 

Este mismo año, a la edad de 16, pronunció un discurso ante las Naciones Unidas y publicó este libro.

En aquella ponencia, destacó su enfoque en la educación y los derechos de las mujeres, instando a los líderes mundiales a cambiar sus políticas. 

“Los terroristas pensaron que cambiarían nuestros objetivos y detendrían nuestras ambiciones.

 Nada cambió en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. La fuerza, el poder y el coraje nacieron”.

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