COLUMBUS, Ohio — En medio de esta crisis de salud mundial, reactivar la economía es una de las primeras actividades para salir poco a poco del impacto nacional del COVID-19. Cumpliendo los protocolos de bioseguridad, el gobierno estatal ha permitido la reapertura de los negocios como salas de belleza, restaurantes y gimnasios.
Para la comunidad latina, esto es importante porque muchos trabajan en estas áreas.
La Mega Nota habló con la propietaria del salón Rosas de Cristal, quien comenta que ha sido una época muy difícil, porque venían de los meses de invierno, cuando baja la cantidad de clientes y luego llegan estas restricciones como consecuencia del COVID-19.
Con el salón cerrado, los gastos y obligaciones no pararon, aunque ella espera que el dueño del local considere la situación en cuanto al pago de la renta.
Ahora que ya el estado dio el permiso para abrir, Rosas de Cristal y Sol Luna, salas de belleza muy conocidas en la comunidad latina local, dicen que, tal como lo deben hacer todas las salas de belleza de la ciudad, “están listos con todos los cuidados, dispuestos para que los protocolos se cumplan, con tapetes de desinfección para los zapatos, tapabocas para quienes atienden y alcohol desinfectante de manos para los visitantes del local”.
Además, “al terminar con la atención del cliente, deben desinfectar la silla, el sitio y los instrumentos que usaron, al igual que el lavado de manos”, acatando siempre las medidas de salud reguladas por el gobierno estatal y por los CDC.
En la sala de belleza Sol y Luna, al igual que en Rosas de Cristal se observa poca cantidad de personas dentro del salón, porque solo permiten un cliente por empleado, con cita previa.
Los visitantes entran cuando ya van a ser atendidos; esperan en el carro o afuera del salón.
En cuanto al servicio de restaurantes, tanto clientes como trabajadores deben seguir estrictamente el protocolo de precaución.
Un empleado de Don Tequilas, señaló que están obligados a usar los tapabocas, las normas sanitarias y de seguridad son estrictas para cumplir en este sitio, se ven las mesas distanciadas, usan cubiertos plásticos, no traen saleros a la mesa y tienen disponible gel desinfectante para el cliente que llega.
Agregó que en el restaurante reciben sin aviso las visitas del Departamento de Salud de Ohio para saber si conservan la sana distancia y si las normas se están cumpliendo, lo que da más seguridad a los visitantes.
Quienes laboran en salas de belleza y restaurantes en Columbus están conscientes de su responsabilidad para cuidarse ellos mismos y proteger a quienes atienden, para garantizar una economía reactivada y seguridad laboral.
