Johannesburgo, 11 jul (EFE).- Al menos 62 personas han sido detenidas este fin de semana en Sudáfrica por actos violentos aparentemente relacionados con las protestas contra el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, informó hoy la Policía.
Los incidentes violentos empezaron este viernes en la provincia oriental de KwaZulu-Natal (KZN), donde nació el expresidente, tras entregarse Zuma el miércoles por la noche a las fuerzas de seguridad para ingresar en prisión por desacato.
Sin embargo, los disturbios se extendieron la pasada noche y esta mañana a Johannesburgo, la ciudad más grande del país, en la provincia de Gauteng, donde también se encuentra la capital sudafricana, Pretoria.
La pasada noche, los agentes respondieron a "incidentes esporádicos de saqueo de negocios y barricadas de carreteras" en los barrios de Jeppestown y Alexandra, en Johannesburgo, y arrestaron a "25 sospechosos", informó hoy el Servicio de la Policía Sudafricana (SAPS, en sus siglas en inglés) en un comunicado.
De esas detenciones, 18 tuvieron lugar en Alexandra, 16 de ellas "por violencia pública también vinculada al tiroteo de un policía que fue trasladado de urgencia al hospital para recibir atención médica urgente", indicó el SAPS, al precisar que "otros dos policías sufrieron heridas leves".
Asimismo, las fuerzas del orden han abierto una investigación para determinar las circunstancias que rodearon la muerte a tiros de un hombre de 40 años certificado como muerto en una clínica local.
Mientras tanto, en KZN, donde comenzaron las protestas violentas el viernes, el número de arrestos ha aumentado a 37.
En esa provincia, la Policía pudo, durante la noche pasada, "dispersar multitudes y frustrar los intentos de barricadas en las carreteras"..
"Sobre lo que está sucediendo en KwaZulu-Natal, hay un vínculo de alguna manera con Gauteng", declaró a la televisión pública sudafricana SADC el teniente general de la Policía de Gauteng Tommy Mthombeni.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, condenó este sábado las protestas violentas acaecidas en KwaZulu-Natal e hizo un llamamiento a la calma.
El pasado miércoles por la noche, Zuma se entregó "in extremis" a la Policía para ir a prisión, después de que la semana pasada el Tribunal Constitucional le condenara a quince meses de cárcel por desacato al haberse negado a declarar por corrupción.
Zuma, recluido en la prisión de Estcourt, en KwaZulu-Natal, se ha convertido en el primer expresidente sudafricano de la era democrática en ser encarcelado desde el fin del sistema segregacionista del "apartheid" (1994).
El exmandatario, de 79 años, fue condenado el 29 de junio por el Constitucional por no acatar órdenes judiciales que le obligaban a testificar en una investigación sobre la amplia corrupción ocurrida presuntamente durante su presidencia (2009-2018).
El polémico exgobernante considera que esa investigación -conocida en Sudáfrica como la "Captura del Estado"- y el juez que la lidera (Raymond Zondo) buscan destruir su legado.
Por eso, Zuma -forzado a dimitir en febrero de 2018 por su propio partido en medio de numerosos escándalos- ignoró las citaciones incluso después de que el Constitucional especificara que eran obligatorias.
Esa actitud activó un proceso por "desacato", en el que el exmandatario también se negó a participar.
Junto a este proceso, Zuma también está en juicio acusado de corrupción y otros cargos por supuestamente recibir sobornos en relación a un acuerdo armamentístico millonario firmado para Sudáfrica con una empresa francesa a finales de los años noventa.
Además, ya en 2016, tuvo que devolver, por orden del Tribunal Constitucional, medio millón de euros de dinero público que gastó de forma irregular en la reforma de su residencia privada.
